Los feminicidios y la crisis de la libertad de expresión en el país detonan una iniciativa de Yolotli, Coro de Mujeres de los Pueblos Indígenas, que dirige la compositora Leticia Armijo.

El 3 de septiembre, en el Teatro de la Ciudad Esperanza Iris, ofrecerán un concierto dedicado a las periodistas Carmen Aristegui y Lydia Cacho, así como a todas las mujeres perseguidas y a las víctimas de feminicidio.

Coyolxauhqui: réquiem de cuerpo presente rendirá homenaje a las dadoras de vida, las mujeres, diosas milenarias; alude a los funerales de esa diosa lunar mexica perseguida, descuartizada y confinada a la noche por su hermano el Sol, Huitzilopochtli, por lo que Armijo erige un paralelismo entre esa historia y las de las periodistas, y con las luchadoras por los derechos humanos que sufren persecución.

El acto es muy especial porque deconstruye la cosmovisión del mundo nahua para articular una nueva lectura en aras de enaltecer el lenguaje de la mujer, explicó Armijo, quien en 2007 fundó el coro Yolotli, vocablo náhuatl que significa corazón, con la finalidad de preservar las lenguas y tradiciones musicales de los pueblos originarios de México.

El programa incluye el estreno mundial de Ángeles celestiales, tríptico en honor de dos periodistas mexicanas. “Las primeras dos obras están dedicadas a Cacho, autora del libro Los demonios del edén, en el cual denuncia la prostitución infantil en México, y por el cual fue perseguida, encarcelada y milagrosamente salvada.

“El tríptico cierra con la obra Aristegui, dedicada a la periodista, quien se ha distinguido por su valiente lucha en favor de los derechos humanos.”

Sin esclarecer, el asesinato de la corresponsal Miroslava Breach

Esa obra poético-musical incluye la interpretación de Alhambra, pieza dedicada a los pueblos árabes, así como Coatlicue, canción de cuna basada en un texto del poeta Natalio Hernández.

Armijo, quien coordina el Encuentro Internacional e Iberoamericano de Mujeres en el Arte, afirmó que la defensa de los derechos humanos tiene que dar nueva esperanza para volver a unir a esta sociedad fragmentada y descuartizada por las injusticias.

Deploró que el asesinato de Miroslava Breach, corresponsal de La Jornada en Chihuahua, no ha sido resuelto. Como artistas tenemos la misión, por lo menos en mi caso de compositora, de que nuestra música no sea simplemente objeto de diversión, sino que sirva para algo, por lo menos para sensibilizar a la sociedad en este grave problema de derechos humanos que sufrimos en nuestro país.

Añadió que como autoras e investigadoras de la comunidad de Mujeres en el Arte (ComuArte) se manifiestan contra todos los atropellos y asesinatos de periodistas, por la falta de atención a las más de 789 denuncias por agresiones a quienes ejercen la labor esencial de informar.

Coyolxauhqui: réquiem de cuerpo presente, con Yolotli, Coro de Mujeres de los Pueblos Indígenas de México, se presentará el 3 de septiembre a las 18 horas en el Teatro de la Ciudad Esperanza Iris (Donceles 36, Centro Histórico).