Un asteroide gigante de entre 4 y 9 kilómetros de diámetro, uno de los más grandes de los años recientes, identificado con el nombre de Florence, pasará extraordinariamente cerca de la Tierra el próximo viernes. Se podrá seguir y estudiar por medio de telescopios y radares.

Pasará a unos 7 millones de kilómetros de la atmósfera terrestre –18 veces la distancia entre la Luna y nuestro planeta–, que en términos astronómicos, es como un rozón de bala, explicó la investigadora Guadalupe Cordero Tercero, del Instituto de Geofísica de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).

Señaló que no hay peligro de una colisión. Las consecuencias de un choque con un asteroide de este tamaño serían verdaderamente catastróficas. Se trataría de un evento de extinción, explicó Cordero.

En conferencia de prensa con la investigadora Karina Cervantes de la Cruz y el posdoctorante Marco Antonio Muñoz, de los institutos de Geofísica y de Astronomía, respectivamente, se explicó que aun cuando algunas rocas se aproximen de manera regular a la Tierra, pocas son de las dimensiones de Florence.

La vez anterior que pasó cerca de la Tierra fue en 1890 y se prevé que la próxima será en 2500.

Similar al que hizo el cráter de Chicxulub

Karina Cervantes señaló que es un meteorito casi tan grande como el que generó el cráter de Chicxulub (se estima que tenía unos 10 kilómetros de diámetro), en Yucatán.

Además, recordó que aunque de menor tamaño, en 2014 otro asteroide –el JO25–, se aproximó a 1.7 millones de kilómetros de la Tierra, sin consecuencias.

Citó el caso del bólido caído en la ciudad rusa de Cheliábinsk, el 15 de febrero de 2013.

Marco Antonio Muñoz señaló que el objeto viene desde más allá de Neptuno, del cinturón de asteroides.

Florence fue descubierto en marzo de 1981 por Schelte Bus, en Australia, y se nombró así en memoria de Florence Nightingale, fundadora de la enfermería moderna.