El titular de la Secretaría de Economía (SE), Ildefonso Guajardo, advirtió ayer en el Senado que México debe estar preparado para un escenario sin Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN).

Durante la reunión plenaria de los senadores del PRI, señaló que se quiere llegar a una renegociación de ese acuerdo comercial, pero tampoco vamos a estar sentados a cualquier precio.

Planteó estar preparados para un probable impasse o que no se avance en las negociaciones del TLCAN, cuya segunda ronda se iniciará el viernes próximo en Ciudad de México. Eso no lo podemos descartar, subrayó en la víspera de su visita a Washington, que realizará junto con el secretario de Relaciones Exteriores, Luis Videgaray.

Ambos funcionarios estarán hoy y mañana en la capital estadunidense. Videgaray dialogará con el secretario de Estado, Rex Tillerson, y con el consejero de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, Herbert Raymond McMaster, para repasar diversos temas de la agenda bilateral y los desarrollos recientes en torno a la misma, se informó en un comunicado conjunto de la cancillería y la SE.

Los funcionarios mexicanos conversarán con Wilbur Ross, secretario de Comercio; Robert Lighthizer, representante Comercial de Estados Unidos, y Jared Kushner, asesor especial de la Casa Blanca, con el propósito de revisar temas específicos de la relación comercial entre ambos países.

Videgaray también se reunirá con Luis Alberto Moreno, presidente del Banco Interamericano de Desarrollo, a quien ratificará el compromiso del gobierno de México de seguir colaborando en los diferentes temas de carácter regional.

En el Senado, Guajardo explicó a los legisladores los avances en la negociación del acuerdo comercial. Señaló: Nadie se sienta a negociar sin tener en la cabeza una salida posible frente a un reto insalvable. Si no se tiene una alternativa, un plan adicional, no hay manera de sentarse a negociar.

En ese contexto, dijo: “¿Qué significaría un escenario sin TLCAN? No hay que sobredimensionarlo ni subestimarlo. Hay que analizarlo en tres pistas: la mitad de las mercancías que comerciamos entran a México y a Estados Unidos sin las preferencias del acuerdo. La otra mitad enfrentaría tarifas de nación más favorecida; de aquí para allá, un gravamen de 3 por ciento. De allá para acá, de alrededor de 4.7.

Habría picos arancelarios que enfrentaríamos de aquí para Estados Unidos: tomates, espinacas, melones, sandías, que pudieran llegar a entre 12 y 20 por ciento. En el caso de camionetas y vehículos pesados, pudieran enfrentar 25 por ciento por un pico arancelario que negoció la Organización Mundial de Comercio con Estados Unidos.

La economía mexicana ha entendido que una negociación no se resuelve en 142 caracteres, no se hace en redes sociales, dijo en alusión al tuit del presidente Donald Trump.