Playas de Rosarito, BC.

“Ni con (Nicolás) Maduro ni con Donald Trump, nosotros nos inspiramos en nuestros héroes que nos enseñaron a luchar por la libertad, la justicia, la democracia. Nosotros nos inspiramos en (Francisco) Villa, (Emiliano) Zapata, (Francisco I.) Madero… en el general Lázaro Cárdenas”, explicó aquí Andrés Manuel López Obrador, quien anunció que al triunfo de Morena en 2018 se bajará el impuesto al valor agregado (IVA) en la franja fronteriza de 16 a 8 por ciento, para homologarlo con el vecino del norte, y reducirá el impuesto sobre la renta (ISR) a 20 por ciento.

En atropellada entrevista –mientras caminaba entre empujones hacia la camioneta que lo llevaría a Los Ángeles, siguiente escala en esta gira–, cuando le preguntaron qué pasará con Ricardo Monreal si no reconoce la encuesta con los resultados que dieron la ventaja a Claudia Sheinbaum en la búsqueda de la candidatura al Gobierno de la Ciudad de México, se limitó a sonreír y soltó un: No sé.

En un hotel de este municipio de playa, López Obrador volvió a explicar a los ciudadanos que es mentira que si gana la Presidencia México se convertirá en algo como Venezuela; que Morena no es un partido antirreligioso ni está en contra de los empresarios, como quieren hacer aparecer los orquestadores de la guerra sucia en su contra. Esa mafia del poder, corrupta, que recibió 10 millones de dólares en sobornos de la empresa Odebrecht.

Reiteró que creará en toda la franja fronteriza, de más de 3 mil kilómetros con Estados Unidos, una zona de libre mercado de 20 kilómetros tierra adentro para detonar la inversión y dar empleo a los cientos de mexicanos que quieran regresar al país.

Por la tarde, López Obrador presentó en Los Ángeles, California, su nuevo libro, ¡Oye Trump!, en el cual aborda el tema de los migrantes y el del Tratado de Libre Comercio.

En breve acto, donde no hubo más oradores que él, refirió que su relación con Donald Trump va a ser de respeto: No va a ser como ahora que habla por teléfono Donald Trump a Peña y lo sobaja, no va a ser así. El próximo presidente de México va a ser respetuoso con el gobierno de Estados Unidos, pero va a exigir también respeto a la libertad y a la soberanía del pueblo de México.

En su mensaje, el tabasqueño se dirigió a Trump y lo convocó a no cerrar fronteras o imponer aranceles. Mucho menos, dijo, a apostar por una guerra comercial. Por el contrario es indispensable integrar más nuestras economías y promover el libre comercio. También señaló que el déficit de 60 mil millones de dólares de Estados Unidos en la relación comercial con México es relativo, porque las exportaciones mexicanas contienen un alto porcentaje de capital, tecnología e insumos estadunidenses.

Asimismo, indicó, gracias a la calidad de la mano de obra y los bajos salarios pagados por la industria automotriz y de autopartes instalada en México, los consumidores de EU pueden ahorrar hasta 5 mil dólares en la compra de un vehículo nuevo.