Ginebra.

El alto comisionado para los Derechos Humanos de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), Zeid Ra’ad Al Husein, estimó este miércoles que los incesantes ataques del presidente estadunidense, Donald Trump, a los medios de comunicación podrían incitar a la violencia contra los periodistas.

Zeid Ra’ad Al Husein se inquietó particularmente por las salvas lanzadas recientemente por el jefe del Estado contra la CNN, el New York Times y el Washington Post.

“Calificar a estos órganos de fake news (noticias falsas) causa enormes daños y expresarse así de los periodistas ¿no es una incitación para que otros también los ataquen?”, preguntó. Imaginen que un reportero de uno de estos medios resulta herido, ¿no sería el presidente el responsable por haber atizado esto?, insistió Zeid ante representantes de los medios de comunicación en Ginebra.

Creo que se podría considerar como una incitación a la violencia contra los periodistas, dijo.

Según el Alto Comisionado, los ataques de Trump a la prensa animan a otros gobiernos que quieren restringir la libertad de expresión y el derecho a la información. Demonizar a la prensa es un veneno, pues tiene consecuencias en otras partes, subrayó Zeid.

Durante un agresivo discurso, el 23 de agosto delante de miles de seguidores en Phoenix, Arizona, Trump bramó contra sus objetivos favoritos: CNN, The New York Times y The Washington Post, y tildó a los periodistas de deshonestos, a los que no les gusta nuestro país.

Trump pidió a los medios, que según él divulgan informaciones falsas, admitir su responsabilidad por las divisiones que provocan.

En tanto, el Kremlin confirmó que recibió un correo electrónico de un abogado y asesor de negocios de Trump, enviado durante la campaña presidencial estadunidense en 2016, pero que nunca lo respondió.

The Washington Post informó el lunes que en enero del año pasado Michael Cohen envió un correo electrónico al vocero del Kremlin, Dmitry Peskov, para solicitar asistencia para que se llevara a cabo el proyecto de rascacielos Torre Trump que se había estancado en Moscú.

La información del Post apareció cuando el Congreso investiga los contactos entre socios de Trump y funcionarios rusos durante la campaña por la presidencia estadunidense en 2016.