Sin que hayan cesado las advertencias del presidente Donald Trump de sacar a Estados Unidos del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), este viernes comienza en la Ciudad de México la segunda de las siete rondas de renegociación que se tienen planeadas hasta que termine 2017.

Estamos trabajando constructivamente buscando la viabilidad de esta negociación, destacó el secretario de Economía, Ildefonso Guajardo, pero puntualizó que México no renegociará con las presiones y amenazas de Trump. Incluso en los días recientes ha remarcado que México cuenta con un plan B, del cual no da mayores detalles pero insiste en la diversificación comercial que lleva a cabo el gobierno federal.

El escenario que no buscamos, pero tampoco podemos excluir, es que repentinamente, como lo ha expresado el presidente de Estados Unidos, no le guste lo que estemos logrando en la negociación y notifique la salida de Estados Unidos, dijo el secretario en la reunión plenaria de los diputados del PRI. Si eso sucede, entonces el tratado regulará la relación sólo con Canadá, explicó.

En caso de que no haya acuerdo con Estados Unidos, dijo, entonces nos cobrarían 3.7 por ciento de arancel y nosotros le cobraríamos de 4.7 a 5 por ciento en promedio, aunque comentó que hay bienes con picos arancelarios que oscilan entre 12 por ciento para ciertas frutas y verduras hasta 20 y 25 por ciento para vehículos pesados.

Negociación a puerta cerrada

La Casa Blanca informó que Trump y el primer ministro de Canadá, Justin Trudeau, hablaron por teléfono la víspera de la segunda ronda y expresaron su esperanza de que ambos países y México lleguen a un acuerdo para reformar el tratado a finales de año.

Ello contrasta con el tuit lanzado a principios de esta semana por Trump, donde nuevamente expresó que probablemente se debería iniciar el proceso de terminación del TLCAN. Una cláusula en el tratado permite que cualquiera de los tres países se retire después de dar 180 días de aviso y, de acuerdo con Reuters, varias voces consideran que el mandatario estadunidense ha insinuado ese paso para aumentar la presión sobre sus socios comerciales.

Guajardo ha expresado en diversas ocasiones que el TLCAN no será renegociado a través de redes sociales o con mensajes de 140 caracteres, mientras que el ministro Trudeau declaró que siempre habrá palabras lanzadas aquí y allá, pero seguiremos trabajando seriamente y respetuosamente para mejorar el TLCAN para los tres países.

En este contexto arranca la segunda ronda de la renegociación. Será a puerta cerrada en un hotel de Polanco y, a diferencia del inicio de las conversaciones en Washington, no se prevén discursos ni acto público inicial. Será hasta el martes, cuando concluya, que se hará un análisis de lo avanzado durante una reunión ministerial trilateral.

Los temas a renegociar se distribuyen en mesas diferentes y, según Fernando Ruiz Huarte, director del Consejo Empresarial Mexicano de Comercio Exterior , se espera que se mantengan las 25 mesas que se instalaron en Estados Unidos, aunque entonces se esperaban 28 pero no se concretaron las de transporte transfronterizo y medio ambiente.

Guajardo sostuvo que hay avances significativos en 10 temas, como reglas fitosanitarias, pequeñas y medianas empresas (pymes) para incorporarlas a las cadenas de valor, obstáculos técnicos al comercio homologación regulatoria e incluso telecomunicaciones. En otros 10 temas ya se tienen identificados los puntos de diferencias fundamentales y abarcan el capítulo laboral, comercio electrónico e incluso franquicias.

Sin embargo, hay cuatro o cinco temas de altísimo nivel de importancia y de profundización de análisis debido a que son donde las diferencias son más importantes, comentó el funcionario, entrevistado en Nuevo León. Entre estos últimos temas se incluyen las reglas de origen y la solución de controversias que no se limita sólo al capítulo 19, ya que también incluyen el 20 y el 11.

Organizaciones sociales e investigadores señalan que hay muchos puntos de preocupación e inquietud en la renegociación que ni siquiera se comentan. El sector energético fue excluido en el TLCAN original, pero con la modernización cabe preguntarse si ahora quedará sujeto al capítulo 11, donde los inversionistas privados pueden demandar a gobiernos en tribunales privados, si México quedará obligado, como ocurrió con Canadá, a surtir de energía a Estados Unidos aun cuando no haya cubierto su demanda interna o cómo se resolverá el déficit comercial en gasolinas y gas que se tiene con el país vecino, de acuerdo con Ángel de la Vega Navarro, investigador de la Facultad de Ingeniería de la Universidad Nacional Autónoma de México.

La estrategia comercial de Estados Unidos es querer insertar a México y Canadá en su sistema legal, y de entrada se anotó el primer triunfo en el proceso al lograr que una negociación rápida, según José Luis de la Cruz, director del Instituto para el Desarrollo Industrial y el Crecimiento Económico.

La renegociación es tan acelerada que en cuatro meses se prevén siete rondas, el mismo número que México y Brasil han realizado a lo largo de dos años para ampliar el Acuerdo de Complementación Económica 53, que es ocho años más joven y de menor impacto que el TLCAN.