Moscú.

El presidente ruso, Vladimir Putin, advirtió ayer que el tenso enfrentamiento entre Corea del Norte y Estados Unidos estaba al borde de provocar un conflicto a gran escala y dijo que era un error intentar presionar a Pyongyang por su programa de misiles nucleares.

Los problemas de la región sólo deberían solucionarse mediante un diálogo directo entre las partes concernidas, sin ninguna condición previa, declaró Putin en un comunicado.

Las provocaciones, la presión y las retóricas militares e insultantes son un callejón sin salida, agregó. Consideró que esperar que la presión baste para frenar el programa atómico y balístico de Pyongyang es un error.

El canciller francés, Jean-Yves Le Drian, consideró que Norcorea podría tener en meses los medios para alcanzar con un arma nuclear Estados Unidos o incluso Europa, y advirtió que la situación es muy grave.

Vemos una Corea del Norte que se fija como objetivo tener el día de mañana misiles que permitan transportar el arma atómica. En unos meses eso será realidad y en ese momento, cuando cuente con los medios para alcanzar Estados Unidos o incluso Europa, al menos Japón y China, la situación será explosiva y por eso hay que anticiparse, afirmó a radio RTL.

Norcorea debe volver a las negociaciones

Hace falta que Corea del Norte vuelva al camino de las negociaciones, destacó.

El gobierno de España condenó el reciente lanzamiento de un misil norcoreano y exigió la salida del país de dos miembros de la embajada de Pyongyang en Madrid, sin brindar mayores detalles.

Norcorea advirtió que disparará más cohetes sobre el Pacífico, mientras Estados Unidos hizo una demostración de fuerza el jueves con un ejercicio con municiones reales, durante sus maniobras conjuntas anuales con Corea del Sur.

El vuelo –el martes– de un misil Hawasong-12 norcoreano sobre Japón provocó una nueva escalada en la crisis de la península coreana, tras dos lanzamientos de misiles intercontinentales que podrían llegar a parte del continente americano. El lanzamiento fue condenado de manera unánime por el Consejo de Seguridad de la Organización de Naciones Unidas, pero los países todavía no se han puesto de acuerdo en cómo enfrentar la crisis.