A Carlos Slim le faltó decir: Volveré
e fue. Por el momento, Carlos Slim, el hombre más rico de México, salió de la Liga Mx y nos dejó con ganas de escucharle aquella célebre advertencia de Douglas MacArthur. ¡Ojalá que regrese! Al futbol mexicano le hacen falta piezas de equilibrio que impidan el desgarriate que hoy se ha armado… ¿O será por eso que se fue?
Sin ser un personaje inmerso al ciento por ciento en el futbol, como Jesús Martínez Patiño, su ex socio y cabeza de Grupo Pachuca, el magnate ha dejado huella. El yerno, Arturo Elías Ayub, tuvo un paso imborrable en el Patronato de los Pumas; fueron los tiempos maravillosos del bicampeonato. Hoy los del Pedregal, manejados por Ares de Parga, causan pena.
El otro doblete en el balompié mexicano también tuvo la presencia de Slim-Ayub y fue con los Esmeraldas del León. Esta última historia se remonta a 2012, cuando Martínez tocó la puerta de Grupo Carso, y con Slim a su lado tuvo la enjundia suficiente para romper el duopolio televisivo, pues, ¿quién se pone con Sansón a las patadas?
El rumor de que Grupo Carso buscará tener un equipo en la Liga Mx está latente. Hace unos días Elías Ayub demostró que su amor al futbol es sincero y no tienen intención de abandonar el deporte de las patadas, al menos en España, donde están firmes en el timón del Real Oviedo, al que buscan ascender a la primera división tras sanear sus finanzas.
Jorge Vergara, propietario de Chivas, secundó a Martínez. El empresario de los suplementos alimenticios también agarró impulso y ya todos conocen la historia. Pero en realidad son pocos los equipos que tienen el respaldo de un emporio, porque la mayoría sucumbe a las miniofertas de las televisoras. No obstante, la realidad demuestra que la Liga Mx vale mucho más de lo que parece.
El futbol mexicano tiene un doble mercado, el local, que es modesto, pero exigente y con pobres entradas en los estadios, y el de Estados Unidos, que está ávido, compra hasta la basura y paga en dólares. A Televisa no le quedó más remedio que hacer las paces y unirse a Univisión, dueña de las transmisiones de la Liga Mx en el vecino país del norte.
Es necesario que los equipos cobren lo justo, como saben hacerlo Rayados y Tigres, y como está decidido a hacerlo Lobos. Los rebeldes poblanos no se sometieron a Televisa y han emprendido la aventura del Internet siguiendo los pasos de Chivas; luego de la exitosa transmisión del sábado, falta lo más importante: instrumentar el sistema de cobro.
Pero a los licántropos se les borró la sonrisa en el tema deportivo. El equipo benjamín de la Liga Mx tuvo un arranque que ilusionó, todo era felicitaciones para Rafita júnior, quien ya se estrelló con la cruda realidad y hoy, lo confiese o no, empieza a dudar de su discurso motivacional y de su esquema ofensivo a ultranza. Al equipo de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla le espera un año difícil y nadie puede garantizar que sobreviva.
Por lo pronto, tanto Lobos como Veracruz tendrán que exigir un triunfo sobre la mesa para Tigres en su visita al Atlas, como indica el reglamento. La directiva rojinegra pecó de imprudente y descuidada en la colocación de una pantalla gigante. En la lucha por no descender no caben perdones ni disculpas, es matar o morir.
Monterrey se roba el torneo y por el momento nadie lo perturba en la cima. Antonio Turco Mohamed, a quien en sus tiempos de jugador la afición de Toros Neza le gritaba Lonjamed o Mojamón, está obligado al título, porque su directiva y el público le han tenido paciencia. No obstante, el América del Piojo Herrera y los Xolos del Chacho Coudet ya son una amenaza seria.
Las Chivas ganaron. No se necesita ser simpatizante o fan para sentir alivio cuando el Rebaño se besa con la victoria, y es que la liga mexicana es asquerosamente malinchista, con sus fichajes ridículos e interminables, con equipos que contratan hasta a 16 foráneos para tenerlos exhibidos en los palcos. Los directivos se colocan a la altura de cualquier vulgar traficante de personas.
Vaya que los regiomontanos saben de futbol; no iban a entrar a la rebatiña por el partido entre México y Trinidad y Tobago, así que San Luis Potosí acogerá el último duelo del hexagonal, el 6 de octubre. La federación confirmó una gira del Tri por Europa y un juego ante Polonia.