París.

Pierre Bergé fue amante, hombre de confianza, mecenas y empresario, y durante medio siglo marcó la vida y el rumbo del que se convirtió en su gran amor: el diseñador Yves Saint Laurent.

Juntos fundaron en 1961 la famosa firma de moda y, cuando en 2008 Saint Laurent falleció, Bergé confesó que su vida se quedaba vacía.

El pasado viernes, el multimillonario empresario y coleccionista de arte falleció a los 86 años en su mansión de la Provenza como consecuencia de la larga enfermedad, según informó la Fundación Pierre Bergé-Yves Saint Laurent.

Benefactor de Robert Wilson

Convertidos en una de las parejas más legendarias de París, como antaño fueron Jean Marais y Jean Cocteau, Bergé y el seis años más joven Saint Laurent se conocieron a finales de los años 50.

Seguramente, sin el genio financiero de Bergé, el nombre de Yves Saint Laurent no se habría convertido jamás en la lujosa marca YSL. Sin embargo, él decía en referencia a su amante que no se puede hacer a un artista, sino tan sólo acompañarlo, tarea a la que se dedicó de manera incansable, incluso después de la muerte de Saint Laurent: el 3 de octubre abrirá sus puertas en París el antiguo taller del diseñador en la avenida Marceau, reconvertido en museo. Y dos semanas más tarde, la casa que compartieron en Marrakech, donde descansan las cenizas de Saint Laurent, se convertirá en un segundo museo dedicado a éste. Entre ambos se repartirán las más de 5 mil creaciones e incontables bocetos del diseñador.

Bergé fue un apasionado coleccionista de arte. Junto a Saint Laurent reunió una de las mayores colecciones privadas de Europa que subastó en el Grand Palais de París un año después de que murió su pareja. Más de 700 obras cambiaron de dueño por 373 millones 900 mil euros (unos 450 mil dólares) en la que fue calificada de la puja del siglo. Ya en 2001 el empresario había fundado su propia casa de subastas, Pierre Bergé & Associés, en la isla atlántica de Oleron, con filiales en Londres y Bruselas.

Como mecenas, participó entre otros con unos 3.5 millones de euros en la renovación de la casa del escritor, pintor y cineasta francés Jean Cocteau, situada en Milly-la-Fôret. También promovió que la casa del padre del naturalismo Émile Zola se convirtiera en museo, además de impulsar la carrera teatral de Robert Wilson y la obra literaria de Peter Brook. Su interés por la literatura y el teatro no le vino por casualidad: en 1977 compró el parisino Teatro del Ateneo, que dirigió hasta que en 1982 se lo cedió al Estado francés. Amante de la música, en 1989 asumió las riendas de la remodelada Ópera de la Bastilla, a cuyo mando se mantuvo hasta 1994.

Se casó en marzo pasado con el paisajista estadunidense Madison Cox, de 58 años y vicepresidente de la Fundación Bergé-Saint Laurent.

Una parte de nuestra memoria literaria y artística desaparece con Pierre Bergé, dijo el presidente Emmanuel Macron.