El gobierno de México ratificó ayer la importancia de proteger los derechos humanos de sus migrantes, particularmente ante el anuncio de la Casa Blanca de concluir el Programa de Acción Diferida para los Llegados en la Infancia, conocido como DACA por sus siglas en inglés.

Al participar en el 36º periodo ordinario de sesiones del Consejo de Derechos Humanos de la ONU, el subsecretario para Asuntos Multilaterales y Derechos Humanos, Miguel Ruiz Cabañas Izquierdo, lamentó profundamente la terminación del citado programa, y manifestó la preocupación de México por la grave incertidumbre que enfrentan jóvenes nacidos fuera de Estados Unidos que llegaron a ese país en su infancia, llevados por sus padres, y que han vivido ahí toda su vida.

Resaltó en un comunicado, que México intensificará las acciones de protección consular para los mexicanos en el extranjero, y que se recibirá con brazos abiertos a los jóvenes que decidan regresar al país.

La migración, subrayó Ruiz Cabañas, es un fenómeno complejo, que requiere acciones y compromisos por parte de los países de origen, tránsito y destino, bajo el principio de responsabilidad compartida.

Reiteró el rechazo de México a la promulgación de leyes y políticas que criminalizan, persiguen o estigmatizan a los migrantes, tras considerar que esas prácticas no ayudan a enfrentar los grandes retos de nuestro tiempo y por el contrario, facilitan el tránsito por canales ilegales, lo que expone a los migrantes a violaciones de sus derechos y abusos.

La participación del funcionario mexicano tuvo lugar durante la presentación del informe del Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos.