Carolina Valencia no sólo levanta pesas, sino también su voz, porque ya está cansada de tantas injusticias cometidas por Rosalío Alvarado, presidente de la Federación Mexicana de Levantamiento de Pesas (FMLP), que la acosa sistemáticamente para acabar con su carrera. Ya no tengo miedo, afirma la doble medallista panamericana, quien viaja con la selección este domingo al Campeonato Centroamericano de Guatemala, una de las competencias de las que el directivo la había dejado fuera, y es parte de los filtros a la justa regional para Barranquilla, el siguiente año.

La quintanarroense, de 32 años, dice que recibió amenaza tras amenaza del directivo y desconoce por qué le tiene tanto coraje, cuando ha cumplido con los estatutos FMLP, procesos selectivos, campamentos y hemos dado resultados para México.

Hace un mes, la representante de Chetumal metió un amparo ante la Comisión de Apelación y Arbitraje del Deporte (CAAD), luego de haber sido marginada de la selección a través de la comisión técnica de la FMLP, tras su participación el Campeonato de Miami, Florida, donde ganó medallas de plata en la división de los 48 kilogramos.

La acusaban de haber abandonado la concentración cuando ella había informado por medio de un escrito que tenía que ausentarse por una cuestión laboral. Carolina denunció y comenzaron de nuevo las represalias, las cuales viene soportando desde hace cuatro años.

Hace 14 días, Valencia recibió la resolución de la CAAD en su favor, pero Alvarado se resiste a notificarle que tiene el derecho de representar al país. Ayer, el Comité Olímpico Mexicano, en un boletín, informó la salida del equipo femenil y varonil para este domingo sin mencionar a la quintanarroense.

Aun cuando todavía no es becaria de la Comisión Nacional de Cultura Física y Deporte (Conade), la pesista recibió los boletos de avión que le compró el organismo vía Chetumal-Ciudad de México-Guatemala y viceversa.

No dan la cara

Sobre el asunto señala: “La federación no ha dado la cara. No entiendo cuál es el problema y siento que es un pleito personal. No hay razón para que este señor se le antoje y no quiera llevarme. Así es imposible entrenar. Uno tiene que estar con los abogados y presentar denuncias; si me dijeran que Carolina no da resultados y por eso no va, lo entendería, pero no es mi caso. A él se le antojó sacarme de la selección y no veo lógica.

¿Qué le pude haber hecho? ¿Qué problema le causé? Las pesas lo hago porque me gusta, estuve tres años sin competir. Tengo condición física, no así becas; vivo de mi trabajo, tengo un gimnasio y mis negocios. El ciclo (para Londres) 2012 fue desgastante, pero siguen los pleitos.

En 2013, Carolina Valencia recibió una sanción de dos años por un presunto dopaje en el Mundial de Polonia después de haber ganado tres medallas de bronce. Dio positivo con anabólicos reportó la Federación Internacional.

Durante ese tiempo ha sostenido su defensa de ser inocente ante una serie de inconsistencias. Cumplió el proceso, pero su caso sigue en el Tribunal Internacional Deportivo (TAS), que defiende el abogado Ricardo de Buen.

Todo lo que ganó con el Premio Nacional de Deportes en ese año, así como los incentivos por sus medallas lo gastó para su defensa que hasta el momento le ha costado 800 mil pesos, porque quiere limpiar su nombre.