Chilpancingo, Gro.

La casa de Bertoldo Moreno Godínez es 13 metros cuadrados más pequeña que en 2013, pues el huracán Ingrid y la tormenta tropical Manuel se llevaron la parte de la vivienda donde el anciano de 78 años de edad tenía un taller de carpintería.

Bertoldo es uno de los afectados por esos meteoros a mediados de septiembre de aquel año. En días recientes la tormenta tropical Max, que ayer tocó tierra en Guerrero, hizo evidentes la vulnerabilidad en que vive y las promesas incumplidas de reconstrucción.

Su casa está en el norte de Chilpancingo, en la colonia San Carlos, a un costado del río Huacapa, que atraviesa la ciudad y que es usado como drenaje. Hace cuatro años, por estas fechas, fue tal la cantidad de lluvia que el cauce, rodeado por la mancha urbana, arrasó con lo que encontró a su paso.

El gobierno federal anunció una inversión de 68 mil millones de pesos para el Plan Nuevo Guerrero, con el cual se reconstruiría lo dañado después del paso de Manuel e Ingrid, con presupuesto hasta 2018. El proyecto incluía la edificación de casas para damnificados, así como caminos, puentes y carreteras.

Las colonias de Chilpancingo más afectadas fueron las ubicadas en la zona norte: San Carlos, Amate Amarillo, Industrial, Ampliación Lázaro Cárdenas, El Amate y Galeana, en las cuales no se ve la reconstrucción anunciada por el presidente Enrique Peña Nieto. Los propios habitantes erigieron puentes como pudieron.

Uno de esos puentes lo levantó el propio Bertoldo, para llegar a la colonia Valle Verde Norte. A mí me costó dinero y esfuerzo, dijo.

En 2013 Bertoldo tenía su taller a unos metros de la entrada de su casa, frente al río, pero lo perdió por la corriente que Manuel e Ingrid hicieron crecer. Para que las lluvias de Max no arrasen con su casa hizo un dique al Huacapa.

Vecinos aseguraron que hasta hace cuatro años había puentes peatonales, que la lluvia arrasó.

Chilpancingo tiene 618 colonias, al menos 100 de ellas irregulares, según la secretaría de desarrollo urbano municipal.