Madrid.

A cinco días del histórico referendo de independencia en Cataluña, el presidente del gobierno español, Mariano Rajoy, viajó a Washington para entrevistarse con su homólogo, Donald Trump, quien calificó de tontería el anhelo de soberanía del pueblo catalán. Mientras, en Barcelona, la Fiscalía ordenó a los policías que precinten los colegios electorales para evitar el voto, algo que, a juicio de los Mossos d’Esquadra (la policía autonómica), podría provocar problemas de orden público.

Rajoy ha optado por intensificar su agenda internacional en momentos en que la tensión con Cataluña está en su punto más alto, pues los líderes independentistas advierten que su hoja de ruta se mantiene y el próximo domingo habrá referendo, subrayando que, de ganar el sí, se darán los pasos previstos para convertirse en una república.

El mandatario español lleva tiempo tratando de reunirse con Trump, a quien, a diferencia de otros mandatarios europeos, nunca ha cuestionado por sus polémicas decisiones y hasta se ha ofrecido como mediador entre los conflictos que mantiene con México y Cuba.

En su encuentro en Washington, Trump declaró que espera que España permanezca unida porque es un gran país y sería una tontería que (Cataluña) se separara. Considero que el pueblo catalán ama a España y no creo que se vayan, señaló.

Rajoy exigió a los líderes independentistas que terminen ya con esta historia y advirtió que va a ser imposible que se celebre el referendo, en todo caso, aseguró, sólo habrá ruido y alboroto. Dijo que en ningún caso habrá una declaración unilateral de independencia, algo que tildó de disparate. El mandatario español decidió acortar su gira internacional para estar el próximo domingo en Madrid, desde donde seguirá los acontecimientos en Cataluña.

En tanto, sigue el despliegue de efectivos policiales en Cataluña, tanto de la Guardia Civil como de la Policía Nacional. La Fiscalía superior de Cataluña, presidida por José María Romero de Tejada, ordenó a los Mossos d’Esquadra que precinten todos los puntos de votación previstos para el próximo domingo y que se desaloje a todas las personas del inmueble antes del sábado.

En la orden se advierte que “cuando el local previsto como punto de votación se ubique en el interior de un edificio más amplio, el dispositivo desplegado deberá evitar igualmente que se intente realizar la votación en las inmediaciones del inmueble y vigilar un radio de seguridad hasta de 100 metros de distancia del local.

Además, el fiscal, consciente de que los ciudadanos en favor de la independencia se están organizando para atrincherarse en todos los colegios electorales, también ordenó a la policía catalana desplegar un operativo una hora antes de la apertura de las casillas prevista para las 7.30 de la mañana.

Jordi Turull, consejero de la presidencia de la Generalitat, advirtió a las autoridades españolas que por mucho ardor guerrero que pongan, pierden el tiempo, pues el primero de octubre habrá referendo. Y añadió que mientras ellos fomentan “la serenidad y el respeto, Madrid fomenta el ‘a por ellos’. Aquí se ve quién está del lado de los valores de la democracia”.

Por último, el ex presidente socialista Felipe González se refirió al conflicto catalán como el problema de Estado más grave en 40 años y acusó a los líderes independentistas de no respetar las reglas del juego y actuar como la Venezuela de Maduro.