El impacto en la economía mexicana por los sismos que este mes golpearon varios estados del país va a ser muy pequeño, aseguró Francisco González, presidente del Grupo BBVA, controlador de BBVA Bancomer. Advirtió, en cambio, que México afronta el riesgo de sufrir un retroceso si en la elección presidencial del próximo año los ciudadanos eligen una opción más del pasado, más populista, de las que prometen más de lo que se puede entregar.

La elección presidencial del próximo año es muy importante para este país, aseguró González, quien junto con Carlos Torres Vila, consejero delegado –director general– de la multinacional financiera, se trasladó a México para hacer patente la solidaridad del grupo después del sismo de la semana pasada.

Si México elige, y espero que así sea, a una persona con conocimiento y una visión realista de lo que ocurre en México y en el mundo, el país va a tener un avance en los siguientes años, dijo González en una reunión con un grupo de reporteros.

Si, en cambio, añadió, los votantes optan por una visión más del pasado, populista, México va a tener sin duda, un retroceso respecto de los logros que, aseguró, ha alcanzado en los últimos años.

Mantiene planes

No puedo explayarme más, pero tenemos un país cercano, aquí mismo en América Latina, que lo que hemos visto en los últimos quince años es un auténtico desastre. México debe tener un sentido de la realidad y creo que lo va a hacer bien, añadió el presidente del BBVA.

En la reunión con la prensa, en la que fue detalla la forma en que será empleada la aportación de 180 millones de pesos que BBVA Bancomer hará para la reconstrucción y equipamiento de escuelas dañadas por el sismo, Francisco González consideró que el efecto de los fenómenos naturales de este mes en la economía mexicana será mínimo.

Los planes de BBVA y de BBVA Bancomer no cambian en absoluto después de los sismos que afectaron varios estados de la república el 7 y el 19 de septiembre pasados, añadió.

El impacto de ambos eventos en la economía mexicana va a ser muy pequeño, de apenas una o dos décimas del producto interno bruto y, por tanto, no significativo, aseguró.

En cambio, consideró que sería un error de estrategia pensar que, por el efecto económico de los sismos, se pudiera cambiar la perspectiva de inversión hacia México.

Ojalá pudiéramos invertir más, que las autoridades nos dejaran invertir más en el país, dijo.