Los negocios empiezan a abrir y hay más personas en la calle
Viernes 29 de septiembre de 2017, p. 15
A paso lento, la delegación Cuauhtémoc y sus habitantes recobran su vida cotidiana y las cosas vuelven a la normalidad.
Cada día, mayor número de negocios abren sus puertas, sobre todo los cercanos a los puntos donde hubo desplome de edificios: farmacias, bares, restautantes, tintorerías, tiendas... y así, más gente circula en sus calles.
Los cinturones de seguridad de policías y militares se van restringiendo a las pocas zonas donde todavía hay labores de rescate o remoción de escombros.
Las vialidades empiezan a recuperar la circulación en su totalidad, como Insurgentes, que estuvo cerrada al tránsito vehicular durante algunos días, en el tramo de avenida Yucatán a Sonora.
El Metrobús, cuyo servicio fue suspendido en algunas estaciones de Insurgentes, hoy corre sin restricciones y con bastantes pasajeros.
Del centenar de centros de acopio que se abrieron después de los sismos, actualmente quedan cuatro, como el de Cibeles, Sonora y Nuevo León.
Restaurantes, como el Varadero Mar y Tierra, frente a la estación Álvaro Obregón del Metrobús, reabrió y en un letrero externo no sólo promociona su menú, sino la frase: Reactivemos la Condesa
.
Y en eso están muchos: en el rescate de esa colonia, de la delegación y la Ciudad de México.
En tanto, las mesas receptoras de quejas de víctimas de los sismos, instaladas en la fiscalías especializada en delitos ambientales y en materia de protección urbana, así como en las de Cuauhtémoc, Coyoacán y Benito Juárez, registran poca actividad.
La gente acude para solicitar orientación sobre los trámites para interponer denuncias contra inmobiliaria que vendieron un departamentos o casas que resultaron afectados, y ver qué acciones seguir para un peritaje y demandar indemnización.
La mayoría de la gente se ha concentrado en las mesas instaladas en parques o plazas, como la de Bruno Giordano, en la delegación Cuauhtémoc, para solicitar el apoyo de 3 mil pesos mensuales por tres meses para rentar una vivienda, mientras se determina el destino de la que ocupaban antes del 19 de septiembre.
No importa que me lleve todo un día formado para llenar el formato y me entreguen ese apoyo, pues nos quedamos sin un techo donde vivir, mientras revisan mi edificio y las autoridades deciden si podemos regresar a la colonia Juárez
, comentó José Sánchez.
María y César esperan rentar un cuarto con ese dinero, llevarse sus pertenencias y normalizar nuestras vidas, ya no dormir en un parque o en la calle, vigilando que no roben lo poco que tenemos
.