En el Zócalo capitalino, donde concluyeron la marcha y el mitin por el 49 aniversario de la matanza de Tlatelolco, se señaló que no habrá lugar para el cansancio en la exigencia de justicia por los hechos que marcaron un parteaguas en la historia contemporánea de México.

También se destacó el papel esencial que deben jugar los jóvenes en la reconstrucción del país. Lo mostraron hace 49 años, con un enorme nivel de organizaciones, y ahora, con gran generosidad y solidaridad tras los sismos del 7 y 19 de septiembre.

En el mitin se guardó un minuto de silencio por los caídos hace 49 años, en ese crimen de Estado que hoy todavía permanece impune, pero también por los que perdieron la vida en los sismos recientes.

Félix Hernández Gamundi, dirigente del Movimiento del 68, dijo que al salir a las calles a ayudar, “los jóvenes de ahora nos demostraron que sí estaban ahí, en la sociedad, que les interesa lo que ocurre en ella, pero también que están hartos de un modelo que no les permite participar.

Es tarea ahora de ellos transformar este país. Nuestra generación no ha podido hacerlo. México ha cambiado; no es el mismo que hace 49 años, pero tampoco es lo que queremos, señaló Hernández Gamundi, último de los cuatro oradores del mitin.

Himno a la solidaridad

Con el Palacio Nacional a espaldas y la bandera a media asta, el líder estudiantil de 1968 repasó los hechos de ese año. Dijo que el pliego petitorio del Consejo Nacional de Huelga era en realidad un himno a la solidaridad, pues se centraba básicamente en peticiones de la sociedad, entre las cuales citó la libertad de los presos políticos.

Explicó que el país venía de un periodo muy largo de movimientos sociales reprimidos, donde los dirigentes, entre ellos de los ferrocarrileros, médicos, maestros y electricistas, entre muchos otros, estaban presos.

Hoy, con los jóvenes que salieron a mostrar su ayuda tras el sismo, el gran reto, agregó, es avanzar en la organización que contribuya a cambiar las cosas que mi generación no logró, dijo ante un numeroso grupo de personas que ocupó casi media plancha.

Minutos antes, Vidulfo Rosales, el primero de los oradores, y abogado de los padres de los 43 estudiantes de Ayotzinapa desaparecidos hace tres años, advirtió que cada 2 octubre nos verán marchar por las calles de esta ciudad, exigiendo verdad y justicia para que se sancione a los responsables de matanzas y desapariciones.

Lo ocurrido en 68, agregó, fue un parteaguas de la historia contemporánea del país, y a 49 años la sociedad no se cansa de exigir justicia para ese cobarde y artero crimen, como tampoco lo hará para pedirla para los 43 jóvenes normalistas desaparecidos entre 26 y 27 de septiembre de 2014.

Otro orador, Alejandro Vera, rector de la Universidad Autónoma de Morelos, también destacó el papel fundamental al que están llamados los jóvenes y a reconstruir al país, hundido en una profunda degradación, la corrupción y la impunidad, con miles y miles de asesinatos, desaparecidos y desplazados.