Más de mil edificios serán tumbados
Si se va Margarita, se va el pus
: Ruffo
Murakami, otro año sin Nobel
¿Con M de Meade?
Margarita independiente
Escaramuzas en familia
La pus, según Ernesto Ruffo
Medición de la pobreza y sucesión presidencial / V
Dos historias sociales de Peña Nieto: la rosa, imputada; la negra, observada
Doble jaloneo presupuestal
Reconstrucción en el aire
Meade: ni un paso atrás
Liliane Bettencourt: claroscuros
U2 en México: un respiro de luz tras la tormenta
l sismo del pasado 19 de septiembre no sólo derrumbó y dañó viviendas, escuelas y edificios diversos, sino que resultó también demoledor para la confianza en la industria de la construcción y en la supervisión de ésta por parte de las autoridades. Esa confianza, afectada ya por episodios como el del socavón en el Paso Exprés de Cuernavaca, la inundación del paso a desnivel de Mixcoac unas horas después de que fuera puesto en servicio, y otros, sufrió un nuevo golpe con el colapso o la ruina de edificios habitacionales de construcción muy reciente. Cientos de familias perdieron de golpe su patrimonio y en no pocos casos se quedaron, para colmo, endeudados por viviendas que ya no existen, deben ser demolidas o requieren de reparaciones mayores para volver a ser habitables.
En Cataluña es indispensable la unidad en la diversidad
n Cataluña, más que la búsqueda de la independencia, que es históricamente legítima, podría darse una revolución peninsular generalizada. En España se agudizó la crisis económica y social poco antes y después de 2010: desempleo, desahucios en las viviendas, recortes en servicios de primer orden, como salud y educación, entre otros. Desde luego que la calidad de vida del pueblo de Cataluña ha bajado debido a esta crisis capitalista, pero de igual manera les ha pegado a españoles, vascos y otros; ¿quiénes se han beneficiado? Las minorías oligárquicas nacionales, las trasnacionales y el capital financiero.
l 9 de octubre, hace 50 años, un grupo de agentes de la Agencia Central de Inteligencia de Estados Unidos destacado en Bolivia y dirigido por el cubano-americano Félix Rodríguez, dio órdenes de asesinar al comandante Ernesto Guevara de la Serna en la modesta escuelita de Las Higueras, donde se encontraba prisionero. El hombre más buscado por los servicios de inteligencia y represión planetaria del imperialismo y por los comandos contrainsurgentes del ejército boliviano, fue condenado sumariamente a ser ejecutado y sus restos mortales enterrados en un sepulcro no identificado, encontrado tres décadas después, debido al terror que a sus enemigos inspiraba el Che Guevara, aún después de muerto. Los victimarios pretendían aniquilar su memoria y todo lo que él representaba. Inútil intento de verdugos y enterradores clandestinos: el Che al morir ya había vencido su propia muerte: el semillero de vida sin tacha de revolucionario había encontrado terreno fértil a lo largo y ancho de esa América, la Nuestra, que recorriera incansablemente. El soñador realista que renuncia a vivir la victoria revolucionaria, para empezar de nuevo; quien había asumido como forma de ser el mensaje martiano de que la mejor manera de decir, es hacer
, no podía morir. Y esa inmortalidad radica en la fortaleza de su ejemplo, que cada mañana hace brotar de las bocas infantiles de la Cuba de Fidel el lema: ¡seremos como el Che!; en el reto de su consecuencia sin retórica ni doble código moral, que hace avergonzar al más cínico de los oportunistas de la izquierda institucionalizada. Su vasta obra teórica-política, sus acciones dirigidas contra los enemigos de nuestros pueblos, han impulsado a generaciones de hombres y mujeres a luchar por un mundo mejor. Su entrega sin límites ni recibos de pago por los sacrificios brindados a la revolución; su absoluto desapego y desinterés hacía su persona; su radicalidad en los principios; su confianza en los pueblos; esa síntesis de pensamiento y acción puesta al servicio de una causa libertaria; hacen del Che un inagotable venero de vida y esperanza. También, el guerrillero heroico ha sobrevivido a los intentos de sus enemigos para desvirtuar sus objetivos de trasformación radical haciéndolo aparecer como mártir, aventurero o símbolo comercializando en playeras y carteles, despojado de su esencia definitoria: Guevara es un comunista convencido, un revolucionario latinoamericano que se impone una tarea concreta y terrenal: acabar con la explotación social, con la dominación imperialista, forjar un nuevo ser humano en una sociedad socialista. Estas fueron sus más firmes convicciones, sus propósitos enarbolados con modestia y determinación. Es necesario comprender estas coordenadas que guiaron su vida para continuar las luchas de liberación de nuestros pueblos. Sus ideas mantienen vigencia imprescindible para el análisis de la realidad del siglo XXI. Su trayectoria revolucionaria, su personalidad singular, su actuación como ministro y dirigente del Estado cubano, su paso por África y su prematura muerte en Bolivia constituyen una fuente de enseñanzas que orientan las luchas de resistencia a la recolonización neoliberal. A pesar del tiempo trascurrido desde su muerte hace 50 años, es evidente la contemporaneidad del Che. El comandante Guevara trasciende a sus asesinos y al odio de clase que despertó en los poderosos; a la desaparición de la Unión Soviética y el restablecimiento del capitalismo en la patria de Lenin, Europa del Este y China; a las interpretaciones maniqueas sobre su gesta y su persona de biógrafos y analistas supuestamente objetivos como Jorge Castañeda. El Che perdura en el tiempo por su posición crítica a las desviaciones burocráticas y autoritarias del socialismo real; por el apego estricto a la moral, la honestidad y la congruencia cuando desempeñó cargos en el gobierno revolucionario.
n su viaje anterior, todavía presidente de Estados Unidos, Barack Obama vino a bendecir la restauración conservadora en Argentina, no tuvo coraje de pasar por Brasil, donde ya estaba instalado un gobierno golpista, con su silencio complaciente. Ahora viene como ex presidente, en represantación de su fundación, financiada por grandes conglomerados económicos.
estructurar al Sistema de Seguridad. Inexplicablemente el llamado Sistema de Seguridad Pública, si de algo carece es de ordenación, establecimiento de prioridades, programas integrales, compartimiento de inteligencia, formación académica suficiente, supervisión y controles. Ya son 20 años de improvisaciones ante un creciente problema, abundan las reacciones circunstanciales, innovaciones sin sustento, sin evaluaciones auténticas y menos correcciones. Todo es plausible según su Consejo Nacional.
a diagnosis. “Dado que la crisis inequívocamente favorece las orientaciones proto-fascistas no extraña que muchos jóvenes –estudiantes y/o trabajadores precarios– están convencidos que la única alternativa al presente son el identitarismo, el nacionalismo, el racismo o la religión”, apunta Alain Badiou (goo.gl/mk4t2b). El panorama parece bastante desalentador. Su telón de fondo es la degeneración general de la política, su acotación a un consenso parlamentario
, la dominación del capital, de los bancos, de la propiedad privada –resguardada
por el sistema judicial y el aparato policiaco-militar–, y de los cuasi-valores
(la competencia, el éxito
, el enriquecimiento personal). Sobre todo desde los 80 [desde la consolidación del neoliberalismo y el advenimiento de la generación Y/millennial
] con el cerrar del horizonte de las posibilidades
–continua Badiou– a los jóvenes les resulta más y más difícil acoplarse al mundo y encontrarse un lugar en él. “Las viejas tradiciones son destruidas y no aparecen nuevas. Hay nuevos placeres ( jouissances), pero no hay nuevos valores. Todo se disuelve en la fascinación con la mercancía y en lo que Marx llama ‘las aguas heladas del cálculo egoísta’. La juventud está atrapada entre un mortificador espectro del ‘retorno a la tradición’ y la necesidad de ‘competir’ con tal de sólo no perder” (goo.gl/szdp4k). La situación es además paradójica (si no absurda): por un lado reina el culto de la juventud
(políticos, celebridades), por otro la juventud real –sobre todo la que no sueña con poner un start up o ganar el dinero en la bolsa– es tratada con sospecha, incluso con sospecha policiaca
(goo.gl/SnFuQm). Badiou –a contrapelo de estas tendencias– llama, como una vez Platón, a corromper a la juventud
alentándola a buscar sus propios modos
[vide: la vida verdadera
de Rimbaud] y no quedar en manos del capital ni de la tecnología
( La vraie vie. Appel à la corruption de la jeunesse, 2016, p. 11).
azuo Ishiguro, premio Nobel de Literatura 2017, con una obra de géneros, personajes, decorados y épocas muy distintos, a través de sus diferentes novelas y relatos, sorprende al lector de su obra por sus giros y desviaciones. Así, incursiona en la ciencia ficción después de publicar una novela histórica o un relato contemplativo.