En México se estima que 40 por ciento de los trabajadores sufren estrés laboral, y al menos uno de cada cinco pueden padecer algún problema de salud mental, advirtieron especialistas. Aunado a ello, se estima que padecimientos como la depresión o el estrés postraumático pueden generar pérdidas de hasta 25 días laborables al año.

En conferencia de prensa con motivo del Día Mundial de la Salud Mental, que se celebra el próximo 10 de octubre con lema La salud mental en el trabajo, Aldo Suárez, presidente electo de la Asociación Siquiátrica Mexicana, destacó que el bienestar emocional de los trabajadores es central para alcanzar tasas elevadas de productividad.

Sin embargo, reconoció que aún permanece el estigma para quienes padecen alguna enfermedad mental, que incluye, dijo, no sólo esquizofrenia o suicidio, también tiene que ver con la salud emocional.

El espacio laboral es donde pasamos gran parte de nuestra vida, pero también es el lugar donde puede presentarse estrés por sobrecarga de trabajo, jornadas prolongadas, violencia laboral, e incluso, tener un empleo informal pueden ser factores detonantes del estrés.

Los padecimientos emocionales, dijo, pueden incluir depresión, que ocasiona pérdidas a su empleador estimadas en 25 días laborables; trastornos de la angustía, como ataques de pánico, que generan pérdidas por 20 días al año; y el estrés postraumático, que puede tener un impacto económico que se traduce en más de 15 días laborales perdidos.

Por su parte, Jorge Mérida, director de Bienestar Emocional en el Trabajo de la Secretaría del Trabajo y Prevención Social, destacó que desde 2014 se cuenta con un Reglamento Federal de Salud Mental en el Trabajo, que entró en vigor un año después.

No obstante, reconoció que para aplicarlo se requiere de una norma que aún no ha sido aprobada, y que podría emitirse a finales de año, pero cuyo cumplimiento total por parte de las empresas podría demorar hasta dos años.

Pese a ello, afirmó que, a la fecha, poco más de 100 mil trabajadores en el país se han visto beneficiados por mejores condiciones laborales, a fin de no impactar su bienestar emocional, debido a que las empresas han mejorado sus mecanismos de organización y comunicación interna.

Al respecto, Suárez indicó que tras los sismos del pasado 7 y 19 de septiembre, la población laboral también se ha visto afectada por el estrés y el temor, ya que muchos trabajadores vivieron el movimiento telúrico en sus espacios de trabajo, y pueden presentar temor o angustia de volver a los edificios, incluso cuando se les demuestra que cuentan con las condiciones de seguridad.

Afirmó que hoy los trabajadores se ven sometidos a cargas de estrés que sobrepasan los niveles normales que puede manejar un individuo en un cargo que represente responsabilidades.

Con la aplicación de la tecnología, como por ejemplo en los teléfonos inteligentes, se ha creado una oficina abierta las 24 horas del día, lo que genera que de forma permanente los trabajadores estén conectados con su actividad laboral, sin respetar espacios de convivencia y descanso, lo que eleva considerablemente su estrés, dañando su salud mental y emocional.