California.

Cuadrillas de rescate con perros empezaron el jueves la búsqueda de cadáveres en condados de California devastados por los incendios forestales, y en algunos casos recurrieron a los números de serie grabados en implantes médicos para identificar los restos localizados entre ruinas chamuscadas.

Aún están fuera de control incendios que abarcaban más de 777 kilómetros cuadrados, un área equivalente a la de los cinco distritos de la ciudad de Nueva York. Al menos 3 mil 500 casas y otras construcciones han sido destruidas.

Algunos de los lugares históricos más frecuentados por los turistas en el estado, como las ciudades de Sonoma y Calistoga, en el Valle de Napa, son ahora pueblos fantasmas, y los bomberos intentaban frenar el avance del fuego.

La alcaldesa de Calistoga, Chris Canning, advirtió que los incendios se estaban acercando y que los 5 mil habitantes de la ciudad debían atender la orden de desalojo.

Este es un desalojo obligatorio. Su presencia en Calistoga no es bienvenida si no son personal de emergencias, señaló Canning durante una conferencia de prensa. Explicó que los bomberos necesitan concentrarse en el combate a los incendios y no tienen tiempo para salvar personas.

Algunos habitantes, al partir, dejaron galletas para los bomberos y mensajes de por favor, salven nuestro hogar.

El jefe de la policía del condado Sonoma, Robert Giordiano, dijo que los agentes continuaban investigando cientos de reportes de personas desaparecidos, y que los equipos de recuperación comenzarían a efectuar búsquedas específicas de residentes en sus últimos domicilios conocidos.

Los bomberos comenzaron a ganar terreno el jueves frente a los incendios forestales que han dejado más de 31 personas muertas en el norte de California y cientos de desaparecidos, todo ello como parte del caos provocado por los desalojos masivos en el corazón vitivinícola del estado.

Las rachas de viento secos volvieron a aparecer brevemente, lo que amenazó con avivar las llamas, sin embargo, el viento extremo que se pronosticó para la noche del miércoles y la mañana del jueves no llegó, permitiendo que las brigadas establecieran cortafuegos en el perímetro.

En general, estamos progresando, dijo a Reuters Daniel Berlant, subdirector asistente del Departamento de Protección contra Incendios de California, quien agregó que la situación era menos grave que a comienzos de la semana.

La causa oficial del desastre no se ha establecido y se investiga, pero líneas eléctricas derribadas por vientos huracanados pueden haber provocado la conflagración.

La oficina del sheriff del condado de Sonoma aún tiene a 463 personas reportadas como desaparecidas, por lo que se cuenta con un equipo de 30 detectives trabajando para ubicarlas.

El Departamento de Bosques y Control de Incendios de California (CalFire) informó que al menos 22 siniestros se mantenían vigentes este jueves en toda la entidad, 21 de ellos en el norte de California.

Ante la emergencia, las comunidades del norte de California cuentan con una amplia gama de alertas contra incendios: mensajes de texto, correos electrónicos y tuits. Pero al ver cómo las recientes conflagraciones dejaron decenas de muertos, las autoridades dicen que rexaminarán el sistema de advertencias.

Los condados usaron diversos canales de comunicación para exhortar a la población a desalojar, pero esos canales funcionan a base de teléfonos celulares, líneas telefónicas domésticas o Internet.

El miércoles las autoridades dijeron que aunque la prioridad es sacar a la gente de incendios activos, rexaminarán métodos usados y si hubiera sido posible alertar a la gente con tan poco tiempo de anticipación.