La Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) ha recibido más de 130 quejas relacionadas con diversas fallas en la actuación de las autoridades tras el sismo del pasado 19 de septiembre, y se encuentra investigando si hubo actos de negligencia o corrupción que hayan provocado algún derrumbe o incluso generado la pérdida de vidas humanas.

Así lo afirmó el ombudsman nacional Luis Raúl González Pérez, quien lamentó que la estrategia del gobierno federal ante este tipo de desgracias sigue siendo únicamente reactiva. Se ha dejado de lado un esquema de prevención que podría atenuar los efectos devastadores de los movimientos telúricos.

Llevamos más de 130 quejas, y los rubros que estamos abordando es cómo se dio la asistencia en los primeros momentos. Ya anticipamos que hubo desorganización, que no se conoció en algunos sitios quién estaba al mando, que no se dio información ordenada a la población en general, y el trato que en algunos casos recibieron los cadáveres, señaló.

El titular de la CNDH informó también que el organismo ha emitido medidas cautelares para que se preserven los elementos encontrados en los derrumbes, y de esa forma poder definir posibles responsabilidades de los constructores de los inmuebles.

En ese mismo sentido, indicó que hay 36 quejas iniciadas por personas o colectivos que han sido obligados a trabajar en edificios que aún no cuentan con un dictamen de seguridad estructural.

De igual forma, González Pérez llamó a las autoridades a agilizar la entrega de ayuda para los damnificados, sin dejar de tener controles efectivos, y pidió que haya orden en el ofrecimiento de varios partidos políticos de devolver sus recursos públicos para dárselos a las personas afectadas.

Durante la presentación del Estudio de Protección Civil y Derechos Humanos –elaborado en conjunto con la Universidad Nacional Autónoma de México–, el ombudsman indicó que en la construcción de edificios debe privar el derecho de las personas a la seguridad, y no sólo los intereses mercantiles de las empresas inmobiliarias.

Si bien no es posible evitar que un fenómeno natural genere una condición de desastre, debe cuestionarse cuántos derrumbes fueron realmente inevitables y cuántos eran prevenibles si se hubiese observado y aplicado debidamente la normatividad existente en la materia, enfatizó.

En ese orden de ideas, aseveró que aunque todavía es muy pronto para sacar conclusiones definitivas sobre la causa del derrumbe de muchos inmuebles, la CNDH ya investiga si hubo actos de corrupción o negligencia que los hayan provocado, los cuales no sólo dañaron el patrimonio y la seguridad de las personas, sino que incluso cobraron la vida de decenas de ellas.

Javier Delgado Campos, director del Programa Universitario de Estudios sobre la Ciudad, advirtió que aunque se tienen programas de ordenamiento de la en la capital, aún hay mucho por avanzar en materia de seguridad.