El cansancio aturdía a Marco Antonio Zaragoza, pero saber que estaba cerca de la meta y ver la bandera de México lo motivó para culminar los 246 kilómetros del Spartathlon, la prueba más complicada de ultradistacia y en la que impuso el 30 de septiembre un récord mexicano de 32 horas, 30 minutos y 4 segundos.

Hace un año apenas soñaba con ir a ver un Spartathlon, pero eso cambió hace seis meses cuando noté que tenía buenas marcas y vi que mi cuerpo era muy resistente. Ahora que soy finalista de esta competencia y mejoré la marca mexicana; me siento afortunadado, más que orgulloso, dice el también estudiante de bioquímica de la UNAM en entrevista con La Jornada.

Cuando iba en el kilómetro 220 no aguantaba el dolor en las piernas, sentía que se desprendían, pero mi cuerpo no mermó, esos son los instantes en los que debes tener fortaleza mental, narra.

Recuerda que el momento más complicado del recorrido fue la noche: Jamás imaginé que fuera a ser tan larga, duró 12 horas y con un frío muy fuerte, expresa aún sorprendido y detalla que no ver el amanecer a la hora esperada entras en estrés y comienzas a caer, porque el sueño es fuerte.

Los primeros destellos del día lo ayudaron a reponerse para continuar en la carrera que reconstruye el recorrido de Filípides entre Atenas y Esparta. Después del arduo trayectó en montaña y carretera, Marco vislumbró la estatua de Leónidas I, el punto que marca el final de la prueba.

Puedo decir que ha sido el momento más emotivo que he vivido, fue inevitable llorar, revela y aunque por unos instantes el dolor le hizo pensar que no tendría el ánimo de realizar de nueva cuenta este reto, ahora asegura que ganó confianza para repetir la hazaña en 2018.

Ahora que estoy inmerso en este mundo del ultramaratón y terminar esta prueba me llenó de confianza. El Spartathlon me enseñó muchísimo, me dio más claridad en cuanto a los entrenamientos que hay que hacer para llegar mejor preparado, asegura.

Zaragoza también implantó en agosto un récord mexicano en el Mundial de Ultradistancia de Belfast al correr 208.3 kilómetros en 24 horas. Pese a las marcas que ha conseguido, lamentó que en México no han reconocido sus logros, porque es muy poco conocida la modalidad en la que compite.

El corredor asegura que el Spartathlon es apenas el comienzo de su carrera y ahora tiene en mente competir en pruebas de 48 horas que se realizan en Uruguay y Europa.

Zaragoza tuvo apoyo por parte de la UNAM para pagar los boletos de avión, pero el resto de los gastos los cubrió por su cuenta, por lo que espera tener ahora ayuda de patrocinadores.

No sé si lleguen patrocinadores, yo veo que los resultados ahí están, pero en México creo que hay algo raro. Por ahí dicen que no se apoya al deporte, sino a la imagen. Yo no creo dar imagen, yo doy resultados y creo que trabajando se puede mejorar.