Louvain-la-Neuve.

Tres hospitales de Ciudad de México empezaron a negociar la adquisición de un acelerador de partículas para dar tratamientos de protonterapia a enfermos de cáncer. Se trata de una tecnología más precisa que la radioterapia clásica, pues ataca el tumor maligno sin afectar los órganos circundantes.

En la actualidad sólo se tiene acceso a ella en Europa, Estados Unidos y algunos países de Asia. En Latinoamérica no existe ningún centro de protonterapia. El único país que recientemente compró un ciclotrón para ofrecer esta alternativa de la medicina nuclear es Argentina, pero aún no entra en operación.

El procedimiento surgió a mediados de los años 50, pero en sus orígenes sólo se practicaba en el ámbito de la investigación. No fue sino hasta 1990 cuando se instaló el primer sistema de tratamiento en el Centro Médico de la Universidad de Loma Linda, en California.

En la actualidad existen 58 instalaciones de ese tipo en todo el mundo y varias más se encuentran en desarrollo, informó Ion Beam Application (IBA), la empresa constructora de ciclotrones, que se ubica en la región Valona de Bélgica, muy cerca de la Universidad de Louvain-la-Neuve y el Museo Hergé. Este dedicado al caricaturista George Remi, creador de las famosas Aventuras de Tintin.

Con un diseño más compacto y adaptado al uso clínico, los ciclotrones emiten protones, en lugar de fotones, para atacar los tumores cancerosos. El haz radioactivo logra matar las células enfermas y salvar tejido sano circunvecino, situación que no ocurre con los fotones, pues estos causan daño tanto al ingresar al cuerpo humano como en los órganos que se encuentran cerca del cáncer y no están infectados, explicó Sabine de Voghel, consejera del corporativo.

La protonterapia está recomendada para cánceres localizados en lugares vitales, como el cerebro, el cuello, la columna vertebral, la próstata, los pulmones y en el caso de cánceres pediátricos, añadió.

En México se estima que 150 mil personas padecen esta enfermedad al año. Si se toma la hipótesis de que 30 por ciento puede recibir radioterapia y de estos últimos, 20 por ciento puede ser candidato a la nueva tecnología, al menos 9 mil podrían acceder a dicho tratamiento.

A escala mundial, pese a que diversos países tienen aceleradores de partículas, sólo uno por ciento de las personas con cáncer se atienden con la protonterapia. Pero poco a poco se abren más centros con esta tecnología, puntualizó De Voghel.

Reconoció que la instalación de estas unidades tiene un costo que va de 20 a 50 millones de euros, dependiendo el equipo que se adquiera. En México, tres hospitales de carácter público y privado han entrado en contacto con IBA para negociar la posibilidad de adquirir un ciclotrón.

La consejera corporativa evitó dar a conocer de qué instituciones se trata, dado el carácter privado de la negociación.

Por último recordó que en septiembre pasado, el Instituto Nacional de Cancerología puso en operación un ciclotrón de IBA utilizado para la detección de cáncer a partir de la radiofarmacia.