Las quejas vecinales contra la construcción de proyectos inmobiliarios se incrementaron en distintas colonias de la delegación Benito Juárez, sobre todo en aquellas que resultaron dañadas por el terretomo del pasado 19 de septiembre.

En todos los casos se trata de habitantes de inmuebles contiguos a las obras de edificación de nuevos conjuntos habitacionales, que exigen a las autoridades delegacionales frenar los trabajos hasta contar con garantías de seguridad para sus viviendas.

Es el caso de Flavio Ibarra, quien denunció que una inmobiliaria ocasionó un boquete en la pared de uno de los departamentos del primer piso del edificio donde vive cuando realizaban la demolición para un nueva torre en la calle de Mina 551.

Esto ocurrió antes del sismo, se llamó a Protección Civil, pero es la fecha en que nadie acude, denunció.

En la colonia Portales, Citlali Torres indicó que en Saratoga y Popocatépetl se lleva a cabo una excavación profunda para levantar un edificio de 17 pisos, en una zona que está devastada por el sismo y donde todavía no se realizan los peritajes a los inmuebles dañados.

Esta obra hace que los edificios ubicados en Saratoga 1013, 1014 y 1015 tiemblen al ritmo de la excavadora; ayer hubo un estruendo que hizo que se cimbrarán hasta las casas ubicadas en la calle Sevilla, expuso, al exigir que se frenen los trabajos.

La obra en Juan Escutia 197, en la colonia Independencia, donde se erige un edificio de cinco pisos, también es motivo de preocupación para los vecinos, quienes señalaron que ya se colapsó el primer piso de la construcción y eso que aún no lo terminan. Nos da temor, porque vivimos al lado, vemos que las varillas que utilizan es muy delgada, pero es la autoridad la que debe revisar que sean los materiales adecuados, expresaron.

En la calle de Morena, donde varios inmuebles resultaron con afectaciones por el sismo, se construye un edificio de ocho pisos con locales comerciales y oficinas, donde sólo se permiten cuatro niveles, denunció Alicia González.

Nos preocupa porque serán tres sótanos de estacionamiento y nuestro edificio fue construído en los años 50 y podrían debilitar los cimientos, refirió.

Además del riesgo, agregó, hay otros problemas. Es una zona muy conflictiva, se trata de un triángulo formado por Providencia, Morena y Obrero Mundial, donde el tránsito es terrible y no tenemos agua, pero, sobre todo, se debe respetar la altura de los edificios establecida para la zona, puntualizó.