El Partido de la Revolución Democrática (PRD) no es de izquierda, aseguró ayer el ingeniero Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano, fundador de ese organismo político en 1989, al cual renunció 25 años después, en 2014.

A lo mejor, a los ojos de cualquiera de nosotros nos parece que tal partido de izquierda no es tal, sino que es de centro o de derecha o quién sabe de qué será. Yo diría que el PRD hoy no es un partido de izquierda, por más que se diga de izquierda, afirmó.

Interrogado por una persona del público que acudió a la presentación de su obra Cárdenas por Cárdenas (editado por Debate) en la 17 Feria Internacional del Libro del Zócalo, el tres veces candidato a la Presidencia de la República rechazó la posibilidad de una unidad de la izquierda con vistas a las elecciones presidenciales del año entrante.

Hay muchas izquierdas y a veces no se piensa en eso. A veces se piensa que la única izquierda es a la que uno pertenece o la que a uno le gusta, y lo cierto es que hay izquierdas ideológicas, izquierdas que buscan la participación electoral, izquierdas que no buscan la participación electoral, que son izquierdas porque así se definen, precisó.

Creo que no se le podría pedir a nadie que a fuerza busquemos una izquierda. Ojalá se diera una unidad fuerte en torno a las propuestas, a los programas progresistas y democráticos que pudieran presentarse como plataformas electorales en 2018, pero todavía no conocemos propuestas.

Acompañado por el secretario de Cultura de la Ciudad de México, Eduardo Vázquez Martín, y el escritor Paco Ignacio Taibo II, Cárdenas Solórzano afirmó que la necesidad de rescatar el ejercicio de la soberanía del país es uno de los principales aspectos del ideario político de su padre, el ex presidente Lázaro Cárdenas, que se mantiene vigente.

Algo que puede tomarse como enseñanza o directriz política, destacó, es la necesidad de rescatar el ejercicio de la soberanía, para poder emprender o dar cauce a las decisiones que democráticamente tome la gente. Fundamentalmente, aquellas que más nos interesan a la mayoría, aquellas que puedan ser benéficas para el conjunto de la nación y para una mejor distribución tanto de beneficios como de oportunidades, detalló.

Diría que hoy nos encontramos en una situación de muy grave retroceso; por ejemplo, en materia de hidrocarburos y de petróleo, de la ley minera. Estamos casi casi no sólo como antes de la expropiación, sino casi como en las leyes mineras del porfiriato.

Para Cárdenas Solórzano, un ideal, una aspiración o compromiso político de los sectores progresistas democráticos es, justamente, buscar cómo rescatar el ejercicio de la soberanía y cómo poner al servicio de la mayoría los recursos naturales, renovables y no renovables, así como la enorme biodiversidad con que cuenta el país, sus potenciales humanos, su creatividad humana y lo que ya tiene, como las estructuras productivas industriales.