La defensora de derechos humanos Rosalinda Pimentel denunció en el Senado el ultraje del que fue víctima su compañera Yndira Sandoval Sánchez, el pasado 16 de septiembre, en Guerrero, y pidió al gobierno de esa entidad que deje de obstaculizar la información, que presente ante las autoridades a la culpable –un elemento femenil de la policía–, y además entregue ante la justicia a los responsables por acción u omisión.

La presidenta de la Comisión de Derechos Humanos del Senado, Angélica de la Peña, exigió justicia, y pidió que la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH), la Fiscalía Especial para los Delitos de Violencia Contra las Mujeres y Trata de Personas y la Comisión Estatal acompañen a la afectada, pues continúa recibiendo amenazas y agresiones, y su domicilio ha sido allanado en diversas ocasiones.

En tanto, la Comisión de Derechos Humanos del Distrito Federal instó a las autoridades locales, estatales y federales a garantizar la protección y el acceso a la justicia de la defensora Yndira Sandoval, quien fue víctima de violación sexual y a sus derechos humanos, así como amenazada de muerte.

En un posicionamiento, el organismo destacó la importancia de visibilizar el contexto de riesgo al que se enfrentan, particularmente, las defensoras de los derechos de las mujeres, dentro de un sistema patriarcal donde se agudizan la impunidad, el autoritarismo y el machismo.

La defensora Rosalinda Pimentel aclaró que los hechos fueron denunciados hasta ahora debido a que se quería tener por parte de la CNDH la prueba de que fue sometida a tortura, y sufrió violación equiparada infligida por un elemento femenil de la policía municipal de Tlapa.