María de Lourdes Urbaneja Durant, embajadora de Venezuela en México, aseguró que la no injerencia en los asuntos internos de un país es un valor central y fundamental de todos los gobiernos y pueblos del mundo.

Al referirse a la petición hecha por el Grupo de Lima, que exigió a la Organización de Nacines Unidas (ONU) atender la crisis de Venezuela, comentó que la autonomía para construir el camino que los pueblos decidan no se toma desde afuera, sino desde adentro.

En el encuentro nacional de solidaridad con Venezuela y el séptimo seminario El proceso bolivariano: constitución, economía y política, la diplomática remarcó que cualquier tipo de apoyo para dar respuesta a la situación de violencia que hemos vivido tiene que tener como principal característica la no injerencia.

Tras agradecer la solidaridad permanente que diversos países han expresado al gobierno venezolano, remarcó que la administración encabezada por Nicolás Maduro sigue construyendo el sueño de la Venezuela bolivariana, caracterizada por la construcción de una patria justa, independiente y solidaria, ello pese a los ataques permanentes del imperio a través de sus lacayos.

Detalló que en ese camino algunas de las prioridades del poder constituyente es dilucidar los causantes, los responsables de la violencia política, porque para que haya paz tiene que haber identificación de los culpables y que éstos asuman su responsabilidad, por eso se ha creado una comisión de la verdad.

Agregó que por otro lado está el combate efectivo y eficiente a la guerra económica y sus múltiples formas que afectan a la población. Este es un tema difícil, tomar medidas que hagan posible atacar este modo financiero de acaparamiento, desabasto e inflación y especulación que vive la población venezolana.

Subrayó que otros retos de la Asamblea Nacional Constituyente es generar en la población la mayor suma de felicidad posible y la mayor estabilidad política.

Urbaneja Durant comentó que el chavismo es la construcción de la vía venezolana al socialismo bolivariano, y aseguró que este fenómeno cultural y político, pese a la desinformación que prevalece afuera de su país, sigue siendo una fuerza dominante.

Refirió que el Latinobarómetro, estudio de opinión sobre la percepción que tienen los ciudadanos sobre el desarrollo democrático, económico y social de sus países, en su informe 2016 arrojó en el caso de Venezuela un mayoritario respaldo al proceso democrático del país, ello pese a toda la narrativa creada por la derecha.

En el estudio. 77 por ciento de los venezolanos apoyan la democracia existente en el país, indicó.

Resaltó que en su país la comuna es el eje de un proceso revolucionario de participación real de la sociedad en la construcción de su destino, de un mundo de iguales, y se plantea la búsqueda de la felicidad como concepto esencial de construcción de la sociedad socialista.

Acotó que en el chavismo la riqueza del país se nacionalizó, por ejemplo el petróleo, para ponerla al servicio del pueblo y así cubrir los déficits sociales en diversos rubros.