La mayoría son centroamericanos y se dirigen a EU; enfrentan asaltos, hambre y sismos
Domingo 29 de octubre de 2017, p. 25
Trepados en el techo del tren conocido como La Bestia, más de 300 migrantes centroamericanos llegaron a Hermosillo, Sono- ra, luego de viajar 3 mil kilómetros desde su salida de Chiapas, recorrido en el que enfrentaron asaltos, inclemencias climatoló- gicas, hambre y la tragedia de los terremotos.
El grupo de indocumentados originarios de Guatemala, Nicaragua, Salvador y Honduras, se unieron al viacrucis Guadalupano Migrantes Solidarios, desde Tapachula, Chiapas, para viajar acompañados de sus paisanos y crear un grupo para evitar la violación a sus derechos humanos en su paso por México.
Durante dos semanas, narraron, permanecieron en la zona de desastre que dejaron los terremotos del 7 y 19 de septiembre en nuestro país, donde hombres y mujeres de todas las edades ayudaron a salvar vidas, efectuar la limpia de escombros, levantar muros y repartir comida entre los damnificados.
Irineo Mújica Arzate, director de la Organización Pueblo Sin Fronteras, relató que cuando sucedieron los terremotos de septiembre pasado, los migrantes salieron a Juchitán desde los albergues para rescatar a las víctimas, como una muestra de solidaridad y agradecimiento por las atenciones que han recibido de la población de Ixtepec.
Nos agarró el temblor en lugares donde nos han ayudado por años a nosotros y a nuestro familiares, como el padre José Alejandro Solalinde Guerra, gente con la que hemos trabajado y que ahora los veíamos destrozados, lo menos que podíamos hacer era socorrerlos
, comentó Irineo Mújica.
El grupo de hombres, mujeres, ancianos, discapacitados, mujeres embarazadas y niños no acompañados, dijeron que van rumbo a Estados Unidos para huir de la pobreza, la delincuencia y la falta de educación en sus países de origen.
En su llegada a Hermosillo, Sonora, recibieron apoyo de la dirección de atención a migrantes de esta entidad, que los dejó pernoctar en una iglesia, donde se les entregó comida, agua y botiquines de curación para que continúen su viaje al país vecino.
No tenemos nada que perder
, señaló Melvin Joel Córdova, quien desde el 2 de septiembre salió de Honduras para cruzar cualquier obstáculo que se le presente. Su prioridad es darle una vida de calidad a su hija y esposa. He recorrido miles de kilómetros, me he enfrentado a asaltantes, he pasado calores, fríos y hambre. Nunca había vivido un sismo, pero ni eso, ni el desierto, ni los muros cegarán mis prioridades
, platicó a La Jornada.
Los cientos de migrantes marcharon ayer en una caravana por el bulevar Eusebio Kino hasta llegar a las vías del tren, a fin de esperar su próxima salida con destino a Caborca, Sonora, con la misión de continuar su viaje a Estados Unidos.