Eliades Ochoa, cantante y guitarrista cubano, prendió a los asistentes en la Carpa Astros con el sonido del son, la guaracha y la rumba en la gran fiesta por el 25 aniversario de Discos Corasón.

La emblemática disquera mexicana fundada por Eduardo Llerenas y Mary Farquharson fue la primera en presentar a Buena Vista Social Club en México, en 1997, igual que a los cantantes hereditarios de Mali, a los gitanos de Rumanía y a los soneros de Santiago de Cuba, entre muchos músicos y estilos.

La noche del domingo el recinto de Tlalpan estuvo abarrotado., Eliades Ochoa y su Grupo Patria hicieron gozar a los asistentes con A caballo vamos pa’l monte, Píntate los labios María, El cuarto de Tula y Chan Chan, entre otras melodías. Que siga la alegría, expresó Ochoa, y ante la euforia y gozo del público agregó: me siento como nunca, en este grupo tan selecto.

Abrieron el festejo Los Camperos de Valles con Paty Chávez y el grupo Caña, Dulce Caña Brava, con Mafer Bandola con sus voces, jaranas, arpas y violines. Las coplas y el huapango se fundieron en el entarimado y aparecieron los tradicionales bailes y el zapateo festivo.

Mientras sonaban los acordes, los integrantes de Cirko De Mente realizaron peripecias y actos de malabarismo. Lo mismo contorsionaron sus cuerpos que hicieron piruetas sobre enormes pelotas multicolores.

El grupo Romengo, gitanos de Hungría con la cantante Monika Lakatos hicieron aplaudir al público y con sus cantos festivos y potentes provocaron los movimientos corporales y aplausos mientras el baile se tornaba cada vez más frenético. Lakatos, con larga y abundante cabellera, también puso el ejemplo y bailó como sólo con la música gitana es posible, contagiando la fiesta y la alegría a todo aquel que escucha.

Las hermanas García y su papá Mariano, en el requinto, pusieron el toque romántico con el bolero y con sus armónicas voces interpretaron algunas chilenas, melodías del compositor Álvaro Carrillo.

Durante casi cinco horas, en el festejo de Discos Corasón, la Carpa Astros se convirtió en el lugar donde compartieron su talento estrellas de Cuba, Hungría, Venezuela y México y corroboraron que con la música no existe discriminación, y en cambio, sí hermana a las naciones.

Entre las primeras producciones de Discos Corason destacan A una coqueta, primera grabación de Eliades Ochoa, y El triunfo, del trío huasteco Los Camperos de Valles, quienes fueron, como los demás, testigos de la gran fiesta de esta trascendental disquera independiente.