La decisón de concederle la prisión domiciliaria a Elba Esther Gordillo Morales dio pie en la Cámara de Diputados a posturas de reconocimiento al derecho de los ciudadanos a obtener ese beneficio, esto desde la visión priísta, mientras la oposición reprochó el envío a casa de la ex lideresa del magisterio, porque manifiesta un acuerdo, se dijo, entre “la mafia del viejo sindicalismo y el PRI con miras a la elección federal de 2018.

Ayer en San Lázaro el coordinador del Revolucionario Institucional, César Camacho Quiroz, respondió a la pregunta sobre el traslado a prisión domiciliaria de Gordillo Morales: Es un asunto estrictamente judicial, y lo que hemos sostenido siempre es que a todas las personas se les debe tratar de manera idéntica, dado el principio de igualdad frente a la ley.

Emiliano Álvarez López, de Morena, afirmó que la concesión legal en favor de la chiapaneca “advierte y descubre que el PRI y el Partido Verde han negociado con Nueva Alianza la impunidad de quien lideró el sector magisterial desde tiempos de Carlos Salinas de Gortari.

Es de todos conocido que ella fue una invención de él, y que posee información inconfesable que seguramente puso como moneda de cambio para regresar a su lujoso y ostentoso departamento en Polanco. En casa de lujo, ¡así cualquiera pasa el trago amargo de la cárcel!

Marko Cortés, líder de la bancada del PAN, reprochó y ubicó el asunto en el terreno político-electoral: “no cabe duda que ante la debilidad del candidato (presidencial) del PRI, que no prende, que no entusiasma, están buscando que sea a través del voto de los corporativos, de los sindicatos, como puedan inflar a un candidato que no entusiasma.

Llama muchísimo la atención que cuando inicia el proceso electoral, que cuando no prende su candidato, pues simplemente decidan dejar en libertad a Elba Esther Gordillo. Activan los viejos botones al estilo del PRI y sus estructuras corporativas.

Julián Nazar, diputado chiapaneco del PRI, trató de explicar la prisión domiciliaria de su paisana: “Como todo en la vida, los ciclos se cumplen, y la maestra en el proceso legal que ha llevado durante los pasados años le ha tocado que la justicia la tome en consideración. Siempre he dicho que en la justicia, como en la política, se cumplen tiempos muy importantes; hay términos legales y se ciñen a esos tiempos.

Llegó su tiempo para que el arraigo domiciliario se lleve a cabo, para que en su casa concluya su sentencia. Son prácticas. Más que aprender una lección, es un tema para enriquecer su acervo del trato a los iguales. Ni en los mejores o los peores tiempos se desea que a los adversarios les pase eso. En ese sentido, cada quien se gana a pulso lo que se tiene, indicó.