El incremento de delitos cibernéticos en México y el consecuente caudal de personas afectadas por esos actos de acoso dio por resultado la aplicación de un primer límite a los usuarios de las redes sociales que cometen actos de violencia desde el anonimato.

Los diputados aprobaron una reforma al artículo 1916 del Código Civil Federal, que considera que la injuria –delito que no se encuentra tipificado en la legislación penal federal– sea sancionada, incluyendo nuevas modalidades que con el paso del tiempo han ido tomando papel importante en este tipo de actos y conductas.

En la adición se especifica el castigo a quien comunique por cualquier medio, incluidos los electrónicos, a una o más personas la imputación que se hace a otra persona física o moral, de un hecho cierto o falso, determinado o indeterminado, que pueda causarle deshonra, descrédito, perjuicio o exponerlo al desprecio de alguien.

Tal determinación provocó un alud de críticas, porque se advirtió sobre el riesgo de censura en las redes. El presidente de la Comisión de Derechos Humanos de la Cámara de Diputados, Armando Luna (PRI), expuso en entrevista la visión del Poder Legislativo en torno a un tema tan delicado: “Lo importante es entender que las redes sociales abren la posibilidad de que ciertas conductas se realicen de forma equívoca, y creo que eso no quiere decir que esté bien. No creo que nadie esté de acuerdo con la violencia que provoca el bullying o el ciberbullying.

No creo que deberíamos permitirlo en un medio remoto de comunicación. Y la libertad de expresión está garantizada en los mismos términos para todos en las redes sociales. No se está censurando ni se está vulnerando ningún derecho; esto debemos irlo madurando como sociedad. Nosotros tenemos claridad de que hay que ir acotando los espacios contra la violencia, que debe ser desterrada de todos los espacios, no debemos permitirla en ninguna de sus variables.

–Se sostiene que la censura se cierne sobre las llamadas redes sociales –se le dijo.

–Esto es un fenómeno nuevo: hay demasiados linchamientos en las redes sociales. Hay un espacio gris donde no es posible llegar, no es posible controlar, y creo que eso es un fenómeno preferible, optar por la libertad de expresión. Bajo ningún aspecto vulnera los derechos; habrá que ver cada uno de los actos de aplicación y obviamente la autoridad deberá tener los mismos preceptos claros.

“La autoridad tendrá que tener los controles y cada vez que se avanza en la protección de los derechos habrá de haber un equilibrio con la sociedad que vive de las redes sociales. Se trata de garantizar, sobre todo, que no haya violencia derivada de cómo se actúa en éstas. No se tiene por qué violentar o calumniar a una persona en ellas, ni hacer bullying ni ejercer violencia. No veo que haya por qué hacerlo.”