El más peligroso para la profesión: Reporteros Sin Fronteras
Este año han sido asesinados en Siria 12 reporteros, aquí iban once
Miércoles 20 de diciembre de 2017, p. 3
México es el segundo país más mortífero para periodistas, después de Siria, sostiene la organización Reporteros Sin Fronteras (RSF) en su informe sobre la situación de la prensa en el mundo, que se dio a conocer ayer.
El reporte indica que en 2017 en Siria fueron asesinados 12 reporteros, mientras en México, hasta el cierre del trabajo, habían sido ejecutados intencionalmente 11 periodistas. Sin embargo, ayer mismo, en Acayucan, Veracruz, fue acribillado Gumaro Pérez Aguilando, reportero de La Voz del Sur, con lo que ya son 12 los profesionales del gremio asesinados.
RSF señala que por segundo año consecutivo México es el país en paz más peligroso del mundo para ejercer el periodismo.
“Patria de los cárteles de la droga, México sigue siendo el país más mortífero de América Latina para los periodistas. Cuando cubren temas relacionados con la corrupción de las autoridades (sobre todo de los gobiernos locales) o con el crimen organizado, los periodistas padecen intimidaciones, amenazas y pueden ser asesinados a sangre fría. Crímenes que suelen permanecer impunes. Esta impunidad se explica por la corrupción que reina en el país. Algunos políticos tienen vínculos estrechos con el crimen organizado. En el ámbito económico, el paisaje audiovisual mexicano se caracteriza por una extrema concentración: dos grupos poseen casi todos los canales de televisión”, se subraya en el informe.
Un caso emblemático es el de Javier Valdez Cárdenas, corresponsal de La Jornada en Sinaloa, asesinado el pasado 15 de mayo en Culiacán. Lo que “provocó una ola de indignación en el país. Este curtido periodista de 50 años de edad, que colaboraba con la Afp y con medios de comunicación como La Jornada y el semanario Ríodoce, se especializaba en el tema del narcotráfico. En su último libro, titulado Narcoperiodismo: La prensa en medio del crimen y la denuncia, abordaba el calvario de los periodistas mexicanos que intentan informar sobre las acciones de estos grupos ultraviolentos, a pesar del peligro”.
El reporte revela que en 2017 sumaron 65 periodistas asesinados (10 de ellos mujeres), mientras en 2016 la cifra fue de 79.
En términos globales 2017 es el menos mortífero para la prensa en 14 años. Sin embargo, México se mantuvo como el país más peligroso de América Latina para el ejercicio de la profesión (el año pasado aquí fueron asesinados nueve comunizcadores, de acuerdo al reporte).
En el apartado dedicado a las mujeres, Reporteros Sin Fronteras documenta que pese a las amenazas en su contra, las 10 periodistas asesinadas seguían investigando y revelando casos de corrupción, entre otros, en los que estaban implicadas autoridades gubernamentales o grupos criminales.
El caso Miroslava
La organización destaca el caso de Miroslava Breach Velducea, corresponsal de La Jornada en Chihuahua, asesinada el 23 de marzo. “Esta periodista, de 54 años de edad, cubría temas relacionados con el crimen organizado y la corrupción de las autoridades locales de Chihuahua. Días antes de que la mataran había publicado un reportaje sobre un conflicto armado entre los líderes de un grupo delictivo relacionado con el cártel de Juárez. A más de ocho meses que se cometió el crimen, la investigación se encuentra estancada”.