El líder de la ANC descarta otra declaración de independencia de manera unilateral
mataría a todos los catalanes, asegura Francesc Sánchez
De ganar los comicios, la prioridad será traer a los presos de vuelta a casa, dice a La Jornada
Jueves 21 de diciembre de 2017, p. 25
Barcelona.
En la víspera de los comicios, el cuartel general de la Asamblea Nacional Catalana (ANC) es un permanente ir y venir de personas que llevan cajas con camisetas, banderas, imanes para el refrigerador y pequeñas urnas de plástico idénticas a las utilizadas en el referendo del primero de octubre. En la fachada hay un inmenso lazo amarillo y en la puerta una serie de imágenes de su presidente, Jordi Sánchez, quien se encuentra en la prisión de alta seguridad de Soto del Real desde el 16 de octubre. El color amarillo es para denunciar al Estado español por tener presos políticos
en pleno siglo XXI.
Francesc Sánchez es uno de los líderes de la ANC que tomaron el relevo para continuar con las actividades enfocadas desde hace más de un lustro en llegar hasta el final del camino y proclamar el nacimiento de la república catalana. En entrevista con La Jornada, Sánchez reconoció que en ocasiones tiene miedo de ser detenido
, que se siente vigilado permanentemente por los servicios españoles de espionaje y que está convencido de que los que mandan en Madrid, si pudieran, nos matarían a todos los catalanes
.
–¿Qué esperan que ocurra en los comicios de hoy?
–A pesar de que hay miedo en la sociedad catalana por la brutalidad del Estado español, creo que va a pasar algo muy gordo. Será diferente a lo que ocurrió en el referendo del primero de octubre, pero igual habrá una movilización social importantísima y creemos que además servirá para confirmar el triunfo de los que luchamos por la independencia.
–¿En qué se basa para asegurar que aumentará el apoyo a los independentistas?
–En lo que ha ocurrido en los meses recientes. Ha sido un escándalo. Han perpetrado un golpe de Estado, han ocupado las instituciones catalanas, incluso a la policía y a quien era su comisario jefe, Josep Lluís Trapero, que para el mundo era un héroe por haber acabado con los terroristas de Las Ramblas. Y además han intentado dar la vuelta al relato y convertir a las víctimas en verdugos tratando a todos los que no piensan como ellos como culpables.
–¿Qué ocurrió para que se tensara tanto la situación?
–Básicamente, que en Madrid se encolerizaron porque decretamos la república catalana y fue entonces cuando vinieron las amenazas de que habría muertos en las calles y nuestro gobierno decidió finalmente renunciar al plan, y en el caso de Carles Puigdemont irse a Bruselas. Y después vinieron las medidas represivas propias de un Estado dictatorial.
–Pero al final habrá comicios y todos los partidos independentistas se presentan.
–Estas elecciones son ilegales e ilegítimas porque sólo las puede convocar nuestro presidente, quien está en el exilio, en Bélgica. Al final decidimos que aunque fueran ilegales nos íbamos a presentar para evitar que ocuparan las instituciones las fuerzas unionistas. Dimos ese paso para que no nos barrieran. Rajoy y sus colaboradores creen que con sus amenazas, con la presión y con nuestros líderes en el exilio o en la cárcel nos ganarán de calle, pero se equivocan porque los catalanes no tenemos miedo y somos perseverantes. Además, si perdemos las elecciones estamos muertos y si ganamos en votos y en escaños, otro gallo cantará.
–¿Ven como una posibilidad que ganen los unionistas?
–Es una probabilidad, pero creo que después de todo lo que han hecho y de todas las violaciones a los derechos humanos, aumentó el respaldo a los partidos independentistas.
–¿Perciben división en la sociedad catalana?
–Cuando camino por la calle yo no la veo. Aquí no ha habido nunca una ruptura o algún problema de convivencia, eso es un invento de los políticos españoles que han creado problemas donde no los había, entre otras cosas porque para ellos los catalanes somos un estorbo. Lo que ocurre ahora es que se habla más de política, pero en general se aceptan las opiniones.
–¿Son partidarios de que en caso de un triunfo del independentismo, se insista en la vía unilateral?
–No. Si ganamos creo que debemos cambiar profundamente los plazos y el calendario. Haber dicho hace dos años que declararíamos la independencia en 18 meses, en parte por la imposición de la CUP, fue malo. Y lo primero que hay que hacer es traer los presos a casa.
–¿Una derrota de Madrid qué implicará?
–Si ganamos habrá una venganza como nunca se ha visto y desde Madrid sacarán a flote todo su odio. Serán capaces de cualquier cosa. Pero esperamos un soporte internacional que impida muchas de las cosas que podrían pasar, porque ellos, si pudieran, nos matarían a todos. Lo que pasa es que eso en Europa, y en el siglo XXI, no se puede hacer.