Jueves 21 de diciembre de 2017, p. 32
En un breve e incompleto listado de modalidades de fraude y deshonestidad académica, se pueden encontrar las siguientes, dice Héctor Vera, investigador del Iisue de la UNAM:
• Los escritores fantasma, que son contratados para redactar libros, artículos, informes o discursos, pero a quienes no se les da el crédito de autoría.
• La compra de tesis de grado, que es similar a contratar escritores fantasma, pues se paga a una persona para que escriba una tesis de licenciatura, maestría o doctorado.
• Las falsas coautorías: cuando se le da el crédito de coautor de una publicación, es decir, se le incluye en la lista de autores, a una persona que no hizo nada –o nada significativo– para completar ese trabajo.
• El abuso en perjuicio de los tesistas: cuando los asesores de un texto terminal de grado se aprovechan del trabajo de sus estudiantes para tomar los resultados de sus investigaciones y hacerlos pasar como si fueran de ellos.
• La que parece ser la más común de todas estas formas de fraude es el plagio académico: dar por propias obras o ideas ajenas, o dicho de manera un poco más detallada: emplear conceptos, ideas o expresiones de alguien más sin reconocer adecuadamente su origen.
Estas y otras modalidad están contenidas en el suplemento sobre plagio académico, publicado en la revista Perfiles Educativos, del Iisue, coordinado por el investigador Vera.