El octavo episodio de Star Wars es el tercer estreno histórico más existoso de 2017
Martes 26 de diciembre de 2017, p. 7
Star Wars: los últimos Jedi ha mostrado su conexión con la Fuerza en las salas de cine de todo el mundo, y hasta el domingo había recaudado 745.5 millones de dólares en el orbe.
Las ventas de boletos en Estados Unidos alcanzaron 365 millones de dólares en sus primeros 10 días y el estudio proyectaba otros 32 millones para ayer, lo que convertiría a la película en el tercer estreno más exitoso de 2017, detrás de La bella y la bestia, con 504 millones, y Mujer Maravilla, con 412 millones.
Los últimos Jedi ha sumado 380.3 millones de dólares en la taquilla internacional. Ya es el filme de más recaudación en Dinamarca y Suecia en 2017 y ocupa el cuarto lugar en el mercado europeo en general. Reino Unido lidera las ventas de boletos con 67.4 millones de dólares; seguido de Alemania, con 40 millones; Francia, con 29.3 millones, y Australia, con 26.9 millones.
Los últimos Jedi, que continúa las acciones de Star Wars: el despertar de la fuerza, de 2015, se ubica hasta el momento en el puesto 87 de las películas de mayor recaudación de todos los tiempos, debajo de Escuadrón Suicida, de 2016, por sólo 1.4 millones de dólares.
Rian Johnson dirigió el elenco, compuesto por Mark Hamill, Carrie Fisher, Adam Driver, Daisy Ridley, John Boyega, Oscar Isaac, Andy Serkis, Lupita Nyong’o y Domhnall Gleeson, entre otros. La película fue la última de Fisher, quien murió hace un año.
Jumanji: en la selva (Sony) y Notas perfectas 3 (Universal), también tuvieron sólidos estrenos; en tanto The Greatest Showman (Fox) se ha desempeñado bien en la taquilla local. En tanto, el público ha mostrado poco interés en Pequeña gran vida (Paramount) y Father Figures (Warner Bros-Alcon).
Los últimos Jedi fue el segundo mayor estreno en la taquilla estadunidense, con 220 millones de dólares en su primer fin de semana. Enfrentó competencia por primera vez el 20 de diciembre, con el lanzamiento de la comedia de acción Jumanji: en la selva, que lidera al resto del grupo con 34 millones de dólares en 3 mil 765 salas entre viernes y domingo.
La ficción y la ciencia
Por otro lado, un estudiante de la Universidad de Leicester, en Reino Unido, calculó cuánta energía necesitarían las espadas láser de Star Wars en condiciones físicas reales y la fijó en casi siete megavatios, equivalentes a unos 70 automóviles, según publica en la revista Journal of Interdisciplinary Science Topics.
Mientras en el cine vuelven a verse espadas láser en acción, estos días, con el estreno de la nueva entrega de la saga Star Wars, Luke Willcocks se dedicó a estudiar una escena del episodio 1, La amenaza fantasma, en la que el maestro jedi Qui-Gon Jinn (Liam Neeson) hace un agujero en una puerta de metal con su espada.
Con base en las imágenes, requiere apenas 12 segundos para hacerlo, comenta Willcocks, quien estima que el metal en cuestión es similar al titanio, y por ello tiene en cuenta en sus cálculos su densidad específica. Con un tamaño estándar de 91 centímetros de largo y cuatro centímetros de diámetro de la espada, y teniendo en cuenta la cantidad de metal derretido, sus cálculos son que el arma debe tener una potencia de 6.96 megavatios. Para hacerse una idea, un megavatio equivale a un millón de vatios. Este elevado rendimiento de una fuente tan pequeña hace de la espada láser un aparato eficaz para cortar materiales densos y combatir droides
, señala Willcocks.
En un segundo artículo analiza qué tipo de diferencias habría en el rendimiento de las espadas de diferente color. Sus cálculos se basan en el hecho de que la diferente longitud de onda de la luz está relacionada con una distinta carga energética de los fotones.
Si en el caso de una espada verde se parte de un rendimiento de 6.96 megavatios, una roja tendría 5.47 y una violeta, 9.34. El morado sería, pues, el color de la espada más potente, siempre y cuando la espada solamente genere fotones. Pero en algunas cinta de Star Wars se da a entender que el arma produce una especie de plasma, indica Willcocks, quien propone llamarlas entonces espadas de plasma en vez de láser.