Con equipo especializado se elaborarán mapas de riesgo
Martes 26 de diciembre de 2017, p. 14
En 2018, a bordo del buque oceanográfico El Puma, de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), se empezarán a recoger los primeros registros sobre la sismicidad de la brecha de Guerrero, iniciativa que busca reducir los riesgos por terremotos y tsunamis en las costas del Pacífico de nuestro país.
De acuerdo con el reporte de avance del proyecto Evaluación del Peligro Asociado a Grandes Terremotos y Tsunamis en las Costas del Pacífico Mexicano para la Mitigación de Desastres, que lideran la UNAM y la Universidad de Kioto, Japón, en noviembre pasado quedó concluida la instalación de la red sismo-geodésica, con instrumentos de medición colocados en tierra y el fondo del mar.
Con ello se pretende calcular la sismicidad de la región y sus desplazamientos mediante técnicas de GPS (Sistema de Posicionamiento Global).
Víctor Manuel Cruz Atienza, investigador del Instituto de Geofísica de la UNAM y líder del proyecto binacional por la parte mexicana, precisó que también se están desarrollando modelos computacionales altamente sofisticados para postular posibles escenarios de terremotos y tsunamis, con el fin de elaborar mapas de peligro, útiles para el Centro Nacional de Prevención de Desastres (Cenapred) y la sociedad en su conjunto.
El investigador universitario dijo que esta etapa del proyecto fue concluida hace unas semanas e implicó la colocación de equipo de muy alta calidad y gran complejidad técnica.
Ha sido un logro hasta cierto punto inesperado porque hay muy poca experiencia en el mundo operando este tipo de equipos, que nos permitirán medir, cuantificar el potencial sísmico de ese lugar, un poco emblemático, ya que es la brecha sísmica de Guerrero
, dijo el investigador Cruz Atienza.
Hay que destacar que en esta brecha sísmica no se ha registrado un sismo de magnitud mayor a 7 desde hace más de cien años, por lo que se estima que existe una gran acumulación de energía que no ha sido liberada. Expertos han advertido que por esta razón podría haber un gran terremoto con epicentro en dicha brecha.
Cruz Atienza informó que este proyecto binacional de cinco años –están en el segundo– va conforme a lo planeado y el próximo año serán recolectados los primeros datos.
“Tenemos previstos dos cruceros en 2018 en el buque El Puma para recolectar datos de las estaciones que están operando y empezar a interpretarlos. Estamos coordinados con investigadores en México y Japón para esta labor, que es de los principales objetivos”, dijo.
Destacó que el gobierno de Japón financia la mayor parte de esta iniciativa que pretende reducir el riesgo por terremotos y tsunamis en las costas del Pacífico.