Insiste en patentar plantas genéticamente modificadas, dice Adelita San Vicente
Miércoles 27 de diciembre de 2017, p. 31
A pesar de los fallos de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) contra la siembra de productos transgénicos en el país, empresas como Monsanto siguen una ruta legal para tratar de obtener los permisos que les permitan continuar con esos cultivos, manifestó la directora de la asociación Semillas de Vida, Adelita San Vicente.
Incluso aseguró que se ha buscado patentar plantas y semillas modificadas genéticamente, lo cual le permitirá tener el control total y legal del maíz, con derechos de producción de ese tipo de cultivo.
Recordó que en noviembre pasado la SCJN reiteró la medida cautelar para impedir la siembra de transgénicos en un proceso que se inició en 2014.
A pesar de ello se mantiene una opción que tienen las compañías para presentar solicitudes de siembra con fines de experimentación.
Sin embargo, dijo, las empresas no han utilizado este recursos porque es evidente que no quieren experimentar. Lo que buscan es llenar el campo mexicano de maíz transgénico y apropiarse del termoplasma de ese grano
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Aseguró que cuentan con copias de oficios que ha presentado Monsanto ante el Instituto Mexicano de la Propiedad Industrial (IMPI) para buscar patentar una variante de dicha planta.
Se supone que las patentes son sobre invenciones, pero tenemos datos del IMPI en los cuales presenta la solicitud para la invención de una planta de maíz transgénico. Con ello está patentando toda la planta o una semilla
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Así, manifestó, distintas empresas buscan patentar el cultivo más importante –por sus niveles de producción– en México y el mundo.
También han presentado solicitudes para patentar métodos de siembra específicos relacionados con maíz genéticamente modificado o de construcciones de ADN logradas en laboratorio.
De lograr esos derechos, apuntó, los campesinos mexicanos podrían ser demandados por uso de maíz con derechos de producción.
Alguna vez empresas como Monsanto dijeron que nunca harían eso en México, pero lo que se demuestra es que sí lo pueden hacer ese tipo de empresas si fuera legal su siembra.
Sostuvo que no hay ningún país en el que su alimento base sea un producto transgénico.
Varios estudios han demostrado efectos negativos en la salud por el consumo prolongado de alimentos genéticamente modificados.
El proceso legal en México continuará en 2018 en el máximo tribunal del país; sin embargo, no hay fecha para emitir un fallo, por lo que el litigio podría durar meses o años.