Juchitán, Oax.

No hay mejor forma que despedir 2017 con un festival cultural después de un terremoto que aún mantiene lastimado a Juchitán expresó la poeta Natalia Toledo, quien forma parte del colectivo Binni Birí –que significa Gente Hormiga en zapoteco– y junto con sus integrantes organizaron un festival cultural que se inició este miércoles y concluye el 31 de diciembre.

Compartir con niños, jóvenes y adultos diversas actividades culturales motivó a la poeta zapoteca y a los integrantes de este colectivo a realizar este festival que se realiza en la casa de la escritora.

El colectivo Binni Birí está formado por adultos, jóvenes y niños. Surgió después del terremoto como ejercicio de solidaridad con los pueblos del Istmo y con Juchitán para la entrega de apoyos a los damnificados.

Quisimos terminar este año con actividades artísticas, no sólo es pintura o música, también se contemplan talleres para jóvenes donde se hablará de la violencia y la discriminación; consideramos que no hay mejor que el arte para curar las adversidades, expresó la poeta zapoteca.

Talleres de pintura, creación literaria, tatuaje, fotografía, de zapoteco, equidad de género y no violencia, orfebrería y hasta de repostería fina serán impartidos por expertos y artesanos zapotecos.

A las 9 de la mañana los asistentes comienzan a llegar y a las 14 horas hay un receso para que las mujeres de las cocinas comunitarias creadas por el padre de Natalia, el pintor Francisco Toledo, sirvan los alimentos y nuevamente retornan a los talleres, los cuales concluyen a las 19 horas.

Entre los talleres se incluye el proyecto El camino de la iguana como parte del fomento a la lengua zapoteca, el cual impartirá Natalia Toledo junto con Víctor Cata (historiador y lingüista zapoteco) a los niños y jóvenes para que revaloricen su lengua materna.

Estamos felices de tener a los niños en casa. Entran y salen contentos de aprender nuevas actividades, estoy contenta porque son mágicos, les gusta conocer y explorar, el arte es la mejor terapia, consideramos, después de un terremoto, expresó.

La noche del 31 se tiene contemplado concluir con una exposición colectiva y un concierto experimental, además de la quema del Viejo, un muñeco elaborado de trapo con cohetes que significa el fin del año.