La Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE) destacó que en 2017 se reforzó la presencia, el papel y la importancia de México en América Latina y el Caribe, región fundamental en la estrategia de diversificación política y comercial de nuestro país.

Expuso que el diálogo político con los 32 países de la región es constructivo, permanente y franco, además de que México es reconocido como un actor clave en la facilitación de consensos regionales, así como un contribuyente al desarrollo y la prosperidad regional.

La cancillería resaltó de esa región la cercanía geográfica, el gran potencial, que es el principal destino de la inversión mexicana en el exterior y la sólida red de 14 acuerdos comerciales, así como la pertenencia a la Alianza del Pacífico.

En el año que está por terminar, se suscribieron 38 nuevos instrumentos jurídicos con países de la región en temas como turismo, migración, colaboración académica, aduanera, fiscal y de cooperación técnica y científica.

La dependencia señaló también las diversas reuniones en las que participó el presidente Enrique Peña Nieto, como la 16 Cumbre de Tuxtla, en San José, Costa Rica, el 29 de marzo pasado, en cuyo contexto se alcanzaron resultados en áreas como salud, seguridad alimentaria, infraestructura y energía, y la visita de Estado a Guatemala, el 5 de junio. En ese mismo mes, México fue sede del 47 Periodo Ordinario de Sesiones de la Asamblea General de la Organización de los Estados Americanos (OEA).

Asimismo, los presidentes que integran la Alianza del Pacífico se reunieron el 30 junio en Cali, Colombia, para celebrar la 12 cumbre del mecanismo.

Este año el presidente Peña Nieto recibió dos visitas de mandatarios de la región: el 24 de octubre la primera visita oficial de un primer ministro de Santa Lucía, y el 13 de noviembre, el presidente de Uruguay realizó una visita oficial.

Con el Caribe, por medio de los foros regionales, se relanzaron los esfuerzos de cooperación en agricultura y salud, así como para apoyar el fortalecimiento de las capacidades que permitan a los países caribeños hacer frente a los desastres naturales.