La historia se repite: los viajeros que utilizan el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM) en temporada vacacional enfrentan demoras, sobreventa de boletos y demasiado tiempo para descender del avión o para recoger su equipaje.

Víctor Manuel Salas y su esposa por primera vez viajarían en avión. Desde hace siete meses compraron boletos a Cancún para asistir a una fiesta. El vuelo estaba programado a las 13:30 horas, les pidieron llegar tres horas antes, se presentó a las 10 de la mañana. Cuando se acercó a los mostradores para documentar su equipaje le dijeron que su vuelo estaba reprogramado para las 18:30 horas.

El personal argumentó que fue por una restructuración de vuelos; sin embargo, no les avisaron con anticipación, como señalan las nuevas disposiciones en las leyes de Aviación Civil y Federal de Protección al Consumidor. Tampoco le ofrecieron compensarlo por la espera. No podemos hacer nada, expresaron.

En tanto, su llegada sería hasta las 20:30 y no a las 16:30 como estaba programada. Esto fue un gran inconveniente y no podemos hacer nada, dijeron.

Una familia colombiana perdió su vuelo a Cancún porque la aerolínea no los dejó abordar con el argumento de que no se presentaron con dos horas de anticipación. Uno de los ocho integrantes dijo que el despegue estaba programado a las 14:10 horas y ellos llegaron a las 13:30. Aunque el avión aún no despegaba no les permitieron abordar y la única opción que les brindaron fue comprar otros boletos para el vuelo de hoy. Ellos rechazaron la propuesta.

A estas situaciones se suman reclamos por falta de información precisa en las pantallas, muchas veces no exponen a tiempo la sala para abordar, lo cual deriva en que algunos pasajeros pierdan sus vuelos.

Sin embargo, estas situaciones no sólo se han presentado en el AICM. Magdalena Ramírez tenía programado su vuelo de Ciudad Juárez, Chihuahua, a la Ciudad de México el jueves pasado a las siete de la mañana, aunque llegó antes de las 5 horas y con su equipaje documentado, el personal de la aerolínea no le permitió abordar.

En el aeropuerto capitalino, mientras esperaba el vuelo de regreso a Ciudad Juárez, narró que al momento de documentar no le proporcionaron la sala, pero le pidieron que estuviera al pendiente. Fue a las 6:30 que se acercó para preguntar y ahí le dijeron que ya estaba cerrado el vuelo, lo que provocó que perdiera su conexión a Tuxtla Gutiérrez, Chiapas.