En este fin de año, la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) lanzó un llamado para que la gente evite el desperdicio de alimentos durante las fiestas decembrinas.

No cocinar para 50 personas si sólo tendremos cinco comensales, congelar la comida sobrante o compartirla con los invitados, son sólo algunos consejos de la organización multinacional, que recordó que cada año se desperdicia un tercio de la comida que se produce en el planeta, es decir, mil 300 millones de toneladas de alimentos.

Como parte de la campaña internacional Hambre Cero, recomendó sumarse a las acciones de #NoDesperdicio comida, como parte de los propósitos de 2018, tras destacar que las vacaciones decembrinas son un buen momento para celebrar la comida y apreciarla, pero advierte que en muchas partes del mundo se ha vuelto un sinónimo de excesos, y con frecuencia, de desperdicio de alimentos.

La FAO subraya que con el 0 por ciento de todos los alimentos que se desperdician al año se podría abatir el hambre en el mundo, y destaca que casi mil millones de personas pasan hambre.

En una época de celebración, enfatiza, es momento de valorar los alimentos y el enorme esfuerzo humano, ambiental y económico que se realiza para tenerlos en nuestras mesas. Entre los consejos lanzados por la organización se incluye el realizar una planificación realista de la cena de fin de año.

La FAO recomienda reutilizar los alimentos de fin de año en otras recetas que pueden realizarse en días posteriores.

Para preservar la buena calidad de los alimentos recomienda no recalentar y congelar la comida varias veces, evitar caer en la tentación de preparar nuevos alimentos antes de haber agotado los que se han comprado, y propone donar aquellos alimentos no perecederos que no fueron consumidos.

Los productos que más se desperdician en estos días son frutas y hortalizas; casi la mitad se pierde, al igual que las raíces y tubérculos. Le siguen los productos marinos con 35 por ciento, y los cereales con 30.

Se calcula que en el mundo se pierde cada año alrededor de 20 por ciento de los productos lácteos y de la producción de carne de vacuno, lo cual equivale a unos 75 millones de vacas; mientras que 22 por ciento de la producción mundial de legumbres y oleginosas también se desperdicia.