José Antonio Meade, precandidato del PRI, dijo que entre los aspirantes a la Presidencia de la República no se requiere firmar un pacto de civilidad rumbo a la contienda del primero de julio.

Siempre ha habido civilidad. No necesitamos pactos, comentó en momentos en que se recrudecen las críticas y, a escala local, en la Ciudad de México ya se registraron agresiones a precandiatos.

Aunque los ataques empiezan a subir de nivel, el abanderado de la coalición PRI, PVEM y Nueva Alianza (Panal) aseguró que no es necesario un acuerdo de ese tipo.

Meade acudió como invitado a la conmemoración por el 103 aniversario de la promulgación de la Ley Agraria.

La Confederación Nacional Campesina (CNC) atiborró el patio de la Casa del Agrarista, en la colonia Santa María la Ribera, hasta donde llevaron a cientos de personas procedentes de todas las regiones del país, muchos de los cuales llegaron a la Ciudad de México desde el amanecer.

Fueron seis horas de espera. Hasta la una de la tarde empezaron a escuchar los mensajes; primero de su líder cenecista, Ismael Hernández Deras, y luego del precandidato, quien les habló de la necesidad de combatir la pobreza del campo a partir de otorgar créditos eficientes y oportunos para los campesinos, así como apoyos para un retiro digno para los integrantes de la vieja guardia agrarista.

Vamos a sembrar la semilla del progreso, dijo el ex secretario de Hacienda, quien habló ante los campesinos de política financiera y agropecuaria regional, y añadió que ellos –los que se levantan temprano, trabajan duro y le echan ganas– sí le han cumplido a México.

Vamos a ganar juntos en una aventura que compartiremos, amigos que nos queremos, indicó ante una multitud. Ahí estaban desde el campesino de Zacatecas, quien emocionado gritaba “¡Aquí está mi futuro presidente!’, hasta el compañero de junto que fue la primera vez que vio a Meade, pese a que fue director fundador de Financiera Rural hace tres lustros.

Otros mejor se adelantaron a la salida, en plena ceremonia, para ser de los primeros en abordar el autobús que los llevaría más tarde a la Basílica de Guadalupe, antes de tomar el camino de vuelta a sus pueblos en este Día de Reyes.

En el repaso de las amistades y equipos, el precandidato dijo que ya andaba en este tipo de encuentros, con la CNC, desde hace más de 25 años.

Mencionó entonces a alguien a quien le guarda enorme cariño y respeto, al jefe de la brigada del bigote grande, a don Augusto Gómez Villanueva, expresó para referirse al ex líder de la CNC, secretario de la Reforma Agraria en el sexenio de Luis Echeverría, ex embajador en Italia y Nicaragua, pero sobre todo quien es reconocido por su habilidad para la operación política y legislativa del PRI, al mismo grupo perteneció el padre del precandidato, Dionisio Meade.

Por lo pronto, el aspirante a Los Pinos les prometió a los que hacen posible que los mexicanos tengamos comida en nuestra mesa, volver el siguiente año a celebrar otra vez la promulgación de la Ley Agraria, pero que entonces ya lo haría como presidente de la República, porque caminando con la CNC vamos a ganar unidos, aseguró.