Comerciantes establecidos denunciaron que el acuerdo firmado entre el gobierno capitalino, la delegación Cuauhtémoc y los 13 líderes de Tepito y la Lagunilla significa la privatización de las calles del perímetro B del Centro Histórico.

Los ambulantes son ahora reconocidos como poseedores del espacio público, disponiendo de éste para su renta al mejor postor y dejando en la indefensión negocios instalados legalmente, que han logrado sobrevivir pese al aumento de su presencia en esta administración.

Con ello, alertaron, regresarán los robos, los asaltos y la extorsión, y continuarán las muertes, pues nadie se atreve a investigar los casos y menos a enfrentarlos. Señalaron que la balacera más reciente ocurrió el martes en Manuel Doblado y José Joaquín Herrera.

Tras el reconocimiento del comercio informal, por medio de un acuerdo, se inició la subasta de espacios por entre 50 mil y 100 mil pesos anuales el metro cuadrado, más las cuotas para el retiro de la basura y el pago de vigilancia, indicaron.

Los líderes de ambulantes y de la delincuencia organizada tienen ahora carta abierta para actuar con mayor impunidad, lo cual provocará que un mayor número de establecimientos bajen definitivamente sus cortinas y los vecinos refuercen sus medidas de seguridad.

Comentaron que tras solicitar por más cuatro años a los gobiernos central y delegacional el retiro de los ambulantes y mayor vigilancia en las calles del perímetro B del Centro Histórico, se formaliza la existencia y actuación de esos grupos.

Los denunciantes, quienes pidieron el anonimato para evitar represalias, lamentaron que se hayan ignorado sus demandas y propuestas para reubicar a los comerciantes informales, dejándolos en la indefensión y en riesgo de sufrir algún delito o agresión.

A los vecinos de la zona los obligará a mantenerse encerrados en sus hogares para no ser víctimas también de la delincuencia y con el riesgo de no recibir de manera pronta el apoyo de los cuerpos de emergencia, de requerirlos, ante la imposibilidad de circular por las calles del perímetro B.

En un recorrido por Tepito y la Lagunilla, algunos vecinos y comerciantes expresaron su temor ante la legalización de los ambulantes, porque ahora nadie podrá contra ellos y los niveles de inseguridad se irán hasta el tope.

Con ello ni las rejas o candados en ventanas o puertas de nuestros negocios, o la presencia de perros, evitará que seamos víctimas de un robo o cobro para que no nos molesten, y muchos decidirían irse de la zona, dejando su patrimonio familiar, expresaron.

Hoy, consideraron, es más rentable y estás más protegido si eres informal que si estás derecho.