La semana pasada el Consejo Mundial de Boxeo anunció que la campeona mundial mosca Yéssica Kika Chávez tenía que defender por séptima ocasión su título, ante la ex monarca Ibeth Roca Zamora, en los primeros meses de este año.

Ayer la campeona reveló a este diario que los planes inmediatos sufrirán cambios significativos, pues le confirmaron su embarazo, por lo que piensa, todavía de manera un tanto apresurada, que el cinturón podría quedar vacante.

Recién me dieron la noticia: confirmaron mi embarazo y en los próximos días daré una conferencia para anunciarlo de forma oficial, contó Kika, monarca desde septiembre de 2015; sólo adelanto que las peleadoras regresamos de estas pausas con más coraje y fuerza.

Kika consideró que el título quedaría vacante y que las aspirantes con más argumentos para disputarlo serían Ibeth Zamora y Esmeralda Moreno.

Mi pelea contra Ibeth Zamora era algo que se veía venir, una rivalidad añeja y la oportunidad de una revancha, contó Chávez; pero mientras me retire temporalmente, ellas son las que más merecen esa oportunidad; yo me voy sólo un momento a vivir una etapa personal, pero volveré y con más bríos para continuar con mis metas.

En su lista de propósitos está lograr pelear en Las Vegas, un mercado reacio a aceptar el boxeo de mujeres; también continuar la lucha por hacer más equitativos los sueldos que perciben respecto de los hombres.

Seguiré en la lucha por mejorar nuestras condiciones, dijo Kika; las mujeres en el boxeo somos muy solidarias; es por las adversidades y las injusticias que nos sobreponemos desde que empezamos en este oficio. Los hombres ni lo piensan, siempre tienen sus bolsas (los pagos) aseguradas.