A pesar de la pérdida, intentarán cruzar el desierto con un niño
Viernes 19 de enero de 2018, p. 27
Nogales, Son.
A sus 40 días de vida y luego de ocho de viajar en autobús desde su natal San Pedro Sula, Honduras, Joan murió de frío.
El bebé, al igual que su hermano Jan, de tres años de edad, viajaba con sus padres, Jaime Hernández y Sandy Carranza, quienes intentan cruzar la fronetra entre Nogales y Arizona.
La familia salió de su país a principios de 2018. La madre relató que Joan enfermó de gripe antes de salir y lo atendieron y medicaron, pero debido a las precarias condiciones del viaje y al frío extremo en Nogales, el recién nacido no resistió.
El ayuntamiento de Nogales ofreció alimentos y ropa a los viajeros, y el sistema municipal para el Desarrollo Integral de la Familia (DIF), a cargo de Ana Álvarez, cubrió los gastos funerarios.
El cuerpo fue velado en la capilla del albergue para migrantes e indocumentados San Juan Bosco, donde se ofreció una misa de cuerpo presente, y después fue cremado.
Jaime Hernández y Sandy Carranza siguen decididos a cruzar a Estados Unidos por el desierto de Sonora, donde se exponen a las inclemencias del tiempo, fauna peligrosa y traficantes de drogas, entre otros acechanzas.
Francisco Loureiro, fundador del albergue San Juan Bosco, relató que Joan es el primer bebé migrante que muere en Nogales antes de llegar al desierto, donde es común ven numerosos menores no acompañados que cruzan la línea fronteriza.
He visto casos inolvidables. Hace 10 años me encontré a una mujer debajo de un mezquite abrazada de dos niños sin vida. En otra ocasión vi a un menor que fue devorado por los lobos
, comentó el director del albergue, que en 32 años ha atendido a más de dos millones de migrantes.
Durante 2017, el DIF estatal rescató a mil 871 menores migrantes no acompañados originarios de México, entre ellos 125 niñas.
Karina Zárate Félix, presidenta del DIF Sonora, detalló que la Procuraduría de Atención al Menor modificará los protocolos de protección a niños y adolescentes.
El gobierno de Sonora inició la construcción de un albergue para menores migrantes sin compañía; se llamará Tin Otoch (mi hogar
, en maya), y tendrá capacidad para hasta 100 menores de edad que sean detectados en México o que hayan sido deportados de Estados Unidos.