Una nube de polvo se levanta en la calle Abraham González, colonia Juárez. Las cuadrillas de trabajadores han iniciado los preparativos para echar el chapopote para el remozamiento de la calle en donde se ubica la parte trasera de la Secretaría de Gobernación.

Ahí, sólo protegidas con cubrebocas que les dio la doctora de la dependencia, madres de personas desaparecidas continuaban la tarde de ayer en la entrada principal. Ningún funcionario de la dependencia había mostrado interés en recibirlas y escuchar sus demandas.

Ya le informamos al subsecretario de Derechos Humanos (Rafael Avante). Ya le mandamos un mensaje, dijo a las cuatro de la tarde un funcionario del equipo del secretario Alfonso Navarrete Prida.

Media hora después, a las 4:30, el funcionario fue entrevistado, al término de una reunión con el presidente del Partido de la Revolución Democrática (PRD). Ahí se le preguntó si ya sabía del plantón de las madres.

Sí. Estoy enterado. Pedí que se les atendiera de inmediato. No hay algo más doloroso que una mamá no sepa qué pasó con su familiar; independientemente qué le haya dado origen a la desgracia es algo que se tiene que hacer con velocidad, con un trato humano y, desde luego, con claridad.

Esta semana –agregó– entró en vigor la ley de desaparecidos; me voy a abocar a ella, a formar la instancia, y desde luego a un trato humano, permanente, particularmente con las mamás.

Las mujeres pernoctaron en la banqueta y ahí seguían el jueves, en batalla con el frío, el polvo, el chapopote y, según sus declaraciones, con la indiferencia de Gobernación.

Los familiares de víctimas llegaron a la secretaría el miércoles en la tarde. Veinticuatro horas después, seguían al pie de la escalinata de la entrada peatonal; al lado colocaron varias casas de campaña y una manta en la que se lee ya llegamos y no nos moveremos; amontonaron al lado sus cobijas con la que sortearon los cuatro grados centígrados de la madrugada del jueves.

Exigen la entrega de cuerpos que, aseguran, ellas mismas han ubicado y rescatado.

Advierten que en las procuradurías y fiscalías se pretenden hacer panteones ministeriales con los cuerpos, por lo que estos sólo pasarían de fosas clandestinas a fosas comunes.

Mientras caía la noche y los trabajadores continuaban con sus labores, incluido el movimiento de maquinaria y el aplanado del asfalto, se dijo que quien estaba a cargo de la atención a este grupo de familiares de personas no localizadas es Germán Uribe, quien llegó al cargo hace una semana, como titular de la Unidad de Gobierno de la secretaría.