¿De qué fue declarado culpable el ex presidente de Brasil Luiz Inácio Lula da Silva?”

Un juez dictaminó, sin pruebas, que la empresa constructora OAS preparó y renovó un departamento sobre la playa en la ciudad de Guaruja que iba a ser entregado a Lula. La acusación señala que era en pago por favores, como contratos con la estatal Petrobras. El ex gobernante niega ser el dueño del departamento. Afirma que nunca tuvo las llaves y que lo visitó una sola vez.

¿Cuáles serían las consecuencias del fallo?

Si los jueces confirman el fallo de culpabilidad, Lula quedaría inhabilitado para ocupar cargos públicos por varios años. Algunos expertos en derecho, no obstante, afirman que habría formas de permitir al dirigente de 72 años postularse como candidato presidencial este año. Lula encabeza las encuestas con miras a los comicios de octubre y ha dicho que apelará del fallo si su sentencia es ratificada. Si bien fue condenado a nueve años y medio de prisión, no está claro cuándo iría a la cárcel.

¿Cómo empezó el caso?

Es parte del escándalo de corrupción más grande en América Latina. La investigación comenzó en marzo de 2014 con el arresto del propietario de una estación de gasolina sospechoso de hacer entregas de sobornos. Se implicó a Paulo Roberto Costa, ex ejecutivo de Petrobras, quien llegó a un acuerdo con los fiscales, dentro del esquema de delación premiada, que le otorga beneficios a cambio de que denuncie a otros implicados. Desde entonces, decenas de ejecutivos y políticos de distintos países se han visto involucrados.

¿Cómo funcionaba el pago de sobornos?

Los fiscales dicen que los ejecutivos de empresas de construcción grandes, como Odebrecht, OAS y Andrade Gutiérrez formaron un verdadero cártel que decidía qué firmas recibirían contratos de Petrobras, a menudo por valor de miles de millones de dólares. Se inflaban los precios de los contratos para incluir los sobornos a decenas de políticos y de ejecutivos de Petrobras, según los investigadores.

¿Quiénes han sido descubiertos en la investigación?

Decenas de empresarios y políticos han sido declarados culpables o son investigados, incluidas numerosas figuras de la élite brasileña. Entre los condenados figuran el ex CEO de Odebrecht Marcelo Odebrecht y el ex presidente de la Cámara de Diputados Eduardo Cunha, artífice de la destitución de la presidenta Dilma Rousseff. Incluso el actual mandatario, Michel Temer, ha sido acusado de corrupción en esta investigación, pero el Congreso se ha pronunciado dos veces en contra de que sea enjuiciado. Temer niega cualquier irregularidad.

¿Por qué todo estalla ahora?

Los sobornos son habituales en Brasil e históricamente las élites se manejaron con impunidad. Investigaciones previas concluyeron con juicios a personas de bajo nivel. Esta vez fue distinto por el celo de un grupo de fiscales y jueces jóvenes, que convencieron a los implicados de denunciar a otros a cambios de sentencias más bajas, lo que permitió resolver delitos que normalmente son muy difíciles de comprobar. También se mantuvo presos a los implicados mientras esperaban sus juicios. Algunos dicen que los fiscales y los jueces se están extralimitando en sus funciones y las investigaciones perdieron un poco de ímpetu al paso del tiempo.

¿Qué será de Lula?

Tiene pendientes otros seis juicios. Sin una sola prueba se le acusa, entre otras cosas, de haber recibido sobornos por hacer favores y de haber aceptado pagos de Odebrecht a cambio de facilitar créditos del banco de desarrollo estatal. Los abogados de Lula rechazan todas las acusaciones, dicen que no hay suficientes evidencias o que fueron inventadas, y que los fiscales y los jueces lo persiguen porque quieren empañar su legado e impedir que vuelva a postularse a la presidencia.