Lo rifado de 2017 (avant-garde, 2ª parte)
oy, la otra mitad de esta aproximación a las mejores grabaciones internacionales de 2017, en torno a esa música innovadora que no cabe en los cajones del rock ni la electrónica, y rompe con lo convencional. Sonidos que pasaron desapercibidos para muchos y no hay que dejar pasar, para perderse en el azoro que provocan: música experimental; tradicional con elementos actuales (world); o de concierto (clásica) que recrea antiguos autores o genera nuevas piezas.
Experimental
1. Pan Daijing, Lack (China/Alemania). Deslumbrante, original, enigmático, variado, hermoso, el debut de esta joven: fantasmales cantos ancestrales, cuerdas enramadas, sintes atmosféricos, sonidos natu-rales de campo, y electrónica minimal. Uff.
2. Nicole Mitchell, Mandorla Awakening II: Emerging Worlds. (Estados Unidos). Esta compositora y flautista integra tradición jazz en la guitarra eléctrica noise, con música contemporánea, violines, cellos, para hacer selváticos y lisérgicos pastiches africano-medio-orientales y soul-setenteros. Gran cosa.
3. Ryuichi Sakamoto, Async (Japón). Con un ambient de notas largas y aisladas, forestal, minimalista, de gran beldad y sutileza nevada, con pizcas de música concreta, este prolífico icono de la electrónica inventiva desde los años 70, jamás defrauda.
4. Roscoe Mitchell, Bells for the South Side (EU). Leyenda del jazz, saxofonista loado por reunir tal género con música contemporánea y electro-acústica, aquí, entre pianos y percusiones enfermas, lleva por un laberinto bellamente caótico.
5. Children of Alice, Children of Alice (Inglaterra). Como homenaje a la fallecida Trish Keenan, miembros de Broadcast (que aquélla integró) y The Focus Group, hacen un álbum similar al Broadcast and the Focus Group investigate witch cults of the radio age (2009): toda una mágica y psicodélica pesadilla retro-modular inspirada en Alicia en el País de las Maravillas.
6. Richard Dawson. Peasant (Inglaterra). En cuarto disco, este brillante autor toca y canta folk tradicional inglés, acústico, pero arreglado de forma contemporánea, disonante, coral, a la vez bucólico, hippie y desconcertante.
7. Bill Orcutt. Bill Orcutt (EU). En la línea de Mark Ribot, pero menos noise, solitario dibuja libres paisajes de improvisación con la guitarra eléctrica, originalmente blues, pero desarreglado y anómalo.
8. Diamanda Galás. All the way (EU). El acreditado canto mezzo y gutural de esta diva oscura, tras diez años de silencio, en un disco austero pero altamente dramático, a voz y piano, ejecutado en feroces y asimétricas notas concretas. Dark-jazzy, seductor.
World
1. Sote. Sacred horror in design (Irán). Impresionante, espiritual, mántrico, el trabajo de Ata Ebtekar (Sote), al llevar la música persa, con su respectiva instrumentación acústica, a dimensiones electro-acústicas futuristas. Fascinante.
2. Nadah El Shazly. Ahwar (Egipto). Hechicera y extraordinaria, esta joven compositora, productora y cantante, quien en ánimo similar al de Sote, funde música tradicional norafricana/ arabesca con procesos electrónicos y música contemporánea.
3. Rûwâhîne. Ifriqiyya Electrique (Tunez). Música ceremonial gnawa es mancillada con guitarras eléctricas, bajo y programaciones, para dar un excitante híbrido de cariz industrial, oscuro, recóndito y machacante.
4. Saagara. 2 (India/Polonia). Por el oleaje del saagara (océano en hindi) nos llevan el saxofonista polaco Waclaw Zimpel y cuatro músicos tradicionales indios, encabezados por Giridhar Udupa. Hipnóticos y luminosos, hacen que jazz y contemporáneo embonen al tiro con mantras Carnatic.
5. Japan Blues. Sells his records collection (Inglaterra/Japón). El londinense Howard Williams, obsesionado con la música antigua japonesa, arma un collage con tales sonidos, grabaciones de campo y procesos digitales. Ritualístico, pasmoso.
6. Trio Da Kali + Kronos Quartet, Ladilikan. (Mali/EU). Al canto e instrumentación clásicos de este trío de Mali, se une el afamado cuar-teto de cuerdas de Seattle, para generar una dulce y entrañable serie de estampas africano-contemporáneas.
Clásico
La Estonian Philharmonic Chamber Choir (Estonia), en Moorland Elegies, interpreta piezas del autor local Tõnu Kõrvits (1969): etéreos corales clásicos con disonancias contemporáneas; enorme. En Monteverdi: Vespro della Beata Vergine, cuatro ensambles italianos (Cantica Symphonia, La Compagnia del Madri-gale, Giuseppe Maletto y La Pifarescha), llevan al éxtasis con coros del autor renacentista. Impresionismo retro con Ravel: Daphnis & Chloé, Complete Ballet, dirigido por el conductor francés François-Xavier Roth, con los sonidos de su estreno en 1912. Romanticismo azotado con Anton Brucker: Symphony No 9, pieza inconclusa del austriaco, dirigida por el italiano Riccardo Muti ante la Chicago Symphony Orchestra.
Twitter: patipenaloza