Foxborough.

A una semana del Supertazón 52, los campeones defensores, Patriotas de Nueva Inglaterra, pueden estar más que tranquilos para el duelo contra Águilas de Filadelfia, pues a la evolución de su mariscal Tom Brady también se suma la incorporación del ala cerrada Rob Gronkowski, quien ya entrenó después de la conmoción que sufrió frente a Jaguares de Jacksonville en la final de la Conferencia Americana hace ocho días.

El fortachón rubio de 1.98 metros de alto se presentó ayer a la práctica y comenzaron las especulaciones acerca de si estará o no en el partido decisivo en víspera del viaje que hará el equipo a Mineápolis.

Gronk contagió al grupo con sus bromas durante el entrenamiento al que también se integró el ala defensiva Deatrich Wise Jr, ante la mirada seria del entrenador en jefe, Bill Belichick.

El ala cerrada, de 28 años, recibió un duro golpe en la cabeza por el profundo Barry Church, quien fue multado con más de 24 mil dólares por la NFL.

Para los Patriotas, ganar en Minnesota sería histórico: se convertirían en una dinastía como Acereros de Pittsburgh, al ser los dos equipos con seis anillos.

Las Águilas de Filadelfia, en contraparte, tienen la esperanza de levantar su primer trofeo Vince Lombardi, sembradas en el quarterback suplente Nick Foles y una sólida defensa.

De inicio, parece un duelo totalmente disparejo. Pero a Filadelfia nadie les regaló nada a lo largo de una campaña con marca de 13-3, y ya demostraron su capacidad, incluso con Foles en los controles. El duelo podría resultar más reñido con unos Patriotas que culminaron la campaña regular como el segundo mejor ataque en puntos y primero en yardas de toda la liga: Brady, Danny Amendiola, Dion Lewis, James White y Gronkowski, podría ser demasiado para cualquier equipo.

Este domingo se disputará el Tazón de los Profesionales entre jugadores de la Liga Nacional contra su similar en la Americana. El partido anual de estrellas de la liga se perfila como otro duelo de ritmo acelerado, grandes jugadas y muchos puntos en el Camping World Stadium en Florida.