Los meses que vienen estarán marcados por incertidumbre en torno al destino del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) y el desenlace del proceso para renovar la Pre-sidencia de la República. Existe, pero esa inquietud es menor a la que teníamos en enero de 2017, cuando no sabíamos qué podía pasar, indica Carlos Hank González, presidente del consejo de administración del Grupo Financiero Banorte.

Hay que ser realistas y considerar la posibilidad de que llegue a su fin el acuerdo con Estados Unidos y Canadá, plantea. Respecto de la elección de este año, apunta: México está preparado para cualquier resultado.

Este año, sostiene, la economía tendrá un mejor desempeño que en 2017. Para el sistema financiero anticipa que seguirá el repunte del crédito, sin embargo, a un ritmo más moderado.

El crédito sigue creciendo, hay un buen nivel de demanda. Ese aumento es sano, ordenado, sin problema de cartera vencida, detalla en una entrevista con La Jornada.

Este año, sin duda, vuelve a ser de retos para México, prevé. La renegociación del TLCAN va a llevar todavía su tiempo. Estoy convencido de que saldrá adelante, ya sea como está actualmente o con ciertos cambios. Es un tratado muy importante para los tres países, enfatiza.

Pero hay que ver varias posibilidades en el proceso, acota. Estoy convencido de que saldrá adelante, pero también hay que ser realistas y considerar la posibilidad de que cualquiera de los tres países decida levantarse de la mesa y seguir por su lado. Lo importante en ese sentido es que México está preparado para eso: la economía mexicana es sólida y las empresas nacionales tienen capacidad de competir para exportar, independientemente de que exista tratado o no.

Igualmente lo veo en la parte electoral. Hoy estamos en medio de un proceso electoral y México está preparado para el resultado de las elecciones. Somos un país de instituciones sólidas, fuertes. Eso nos permite tener distintos tipos de candidatos y opciones, y México escogerá alguna de ellas, señala.

Al comienzo del año pasado y en el primer semestre, las dudas en torno al TLCAN, derivadas del cambio de gobierno en Estados Unidos, detuvieron algunos proyectos de inversión extranjera. En la segunda mitad de 2017 hubo una reactivación, que mejoró incluso la expectativa de crecimiento a poco más de 2 por ciento, el doble de lo previsto al arranque de ese ejercicio.

Para los mexicanos

En 2018, añade, se mantiene ese ritmo de inversión, aun cuando prevalece incertidumbre por el tratado y la elección presidencial. Ahora tenemos claro que puede salir adelante el TLCAN o terminarse, así como los caminos a seguir y eso nos deja más certidumbre y, por tanto, mayor nivel de inversiones.

El año pasado, el Grupo Financiero Banorte cerró con un incremento de 24 por ciento en sus utilidades. Los préstamos a las familias crecieron a una tasa de 18 por ciento y ello incluyó el financiamiento de 22 mil viviendas y 59 mil automóviles, ejemplifica Hank González.

Ahora que está de moda el tema de los Óscar y de nuestro paisano Guillermo del Toro, lo que explica el resultado de Banorte en 2017, es porque es un banco mexicano para los mexicanos, que tuvo la capacidad de entender los retos de 2017, las incertidumbres que existían y tuvimos la capacidad de adaptarnos a las oportunidades que eso presentaba, sostiene.

–¿Fue homogéneo el crecimiento en las distintas regiones del país?

–Siempre hay una región más fuerte o un ramo más que otro. Pero podría decir que el crecimiento fue general, en todas las zonas.

–¿En qué actividades o sectores de la cartera detectó el banco que había más dificultades que en otro?

–En todos los sectores que participamos sentimos mejores oportunidades. Hace dos o tres años sí había dificultad en las regiones más relacionadas con la producción de petróleo. Este año hay mejoras. En el turismo, por ejemplo, nuevamente hay mucho crecimiento, cada vez hay mayor inversión en infraestructura hotelera y aeropuertos. Por otro lado, en las pequeñas y medianas empresas se siente un crecimiento a un ritmo bastante atractivo.

–¿En el transcurso del año, y sobre todo en el primer semestre de 2017, se modificaron los planes de Banorte?

–No. Desde noviembre de 2016, cuando por el resultado electoral en Estados Unidos hubo ciertos niveles de incertidumbre, nosotros lo que veíamos es que México estaba sólido, independientemente de que el cambio de gobierno en Washington podía traer cierta incertidumbre y volatilidad a la economía. Las reformas empezaban a dar sus frutos y la parte estructural estaba sólida. Sabíamos que la economía se sentía fuerte, estábamos preparados para poder apoyar en ese sentido y fue lo que hicimos.

–El crédito de la banca crece en todos los segmentos menos que en los años recientes. ¿Cómo debe actuar el sistema bancario para mantener bajos los niveles de morosidad?

–Me siento tranquilo en ese sentido. Hay una buena demanda. Nosotros seguiremos creciendo nuestra cartera de crédito a doble dígito. El comportamiento de la cartera vencida se sigue manteniendo sano. Constantemente tendremos que estar, como siempre, evaluando cualquier cambio, midiendo los riesgos, pero hoy no se siente una desaceleración en ese sentido.

–Sobre la morosidad: hay en algunos segmentos del crédito al consumo registros elevados en cuanto a saldos de cartera vencia. ¿Ve algún problema?

–No. El comportamiento de nuestra cartera de crédito en Banorte ha sido perfectamente ordenado, no tenemos nada que nos preocupe. Tenemos que estar constantemente vigilando los niveles de riesgo y de crédito que tenemos, pero no podría decir que sentimos algún cambio de tendencia que nos prenda algún foco amarillo.

–¿En qué sectores considera que habrá más crecimiento de crédito este año?

–En el crédito al consumo y, particularmente, la parte automotriz, hipotecaria y de tarjetas de crédito los vemos todavía con un buen ritmo de crecimiento. Prevemos para 2018 aumento de doble dígito. Donde vemos una gran oportunidad es en la fusión que aprobamos con Interacciones (que está en proceso de autorización por las autoridades), porque hay una gran oportunidad en el financiamiento a infraestructura. México es la décimo tercera economía mundial y en infraestructura está más arriba del número 60. La necesidad en el país es brutal en este terreno. Interacciones es un grupo financiero especializado y con el músculo que tenemos aquí en Banorte creemos que verdaderamente podemos encontrar nuevas oportunidades de impulsar el desarrollo de infraestructura, algo que nuestro país necesita sobremanera.