asi para cerrar 2017, el inquilino de Los Pinos presumía que la recuperación salarial a lo largo de su administración no es un ajuste menor, porque el mínimo pasó de 63.07 pesos en 2013 a 80.04 pesos en 2017, un aumento de 16.97 pesos en el periodo (3.39 pesos como promedio anual en un lustro). Si se considera el incremento para 2018 (que elevó dicho salario a 88.36 pesos diarios), entonces en el sexenio peñanietista la ganancia media anual sería de 4.21 pesos anuales.

Dado lo anterior, ¿en serio puede sostenerse que a lo largo del gobierno de Enrique Peña Nieto el aumento al salario mínimo no es un ajuste menor? Pues bien, como diría el clásico, salario mínimo al Presidente para que sepa lo que se siente, si no muere en el intento.

Lo anterior empeora cuando se conoce qué sucede con el salario de los trabajadores inscritos en el Instituto Mexicano del Seguro Social (empleo formal, con todas las prestaciones de ley, según dicen). Resulta que cuando menos desde noviembre de 2015 tal ingreso ha registrado una caída permanente en términos reales (ya descontada la inflación), aunque en términos nominales aparenta que se ha incrementado.

En noviembre de 2017 (cuando el inquilino de Los Pinos presumía la recuperación citada) el salario promedio diario nominal asociado a trabajadores asegurados en el IMSS fue de 333.01 pesos (alrededor de 9 mil 999 pesos mensuales), monto superior a los 317.39 pesos reportados en igual mes de 2016, o si se prefiere un aumento nominal de 4.92 por ciento entre una fecha y otra.

Sin embargo, a la hora de restar la inflación, en noviembre de 2017 el salario real a duras penas fue de 256.07 pesos diarios (alrededor de 7 mil 682 pesos mensuales), lo que significó una reducción de 1.61 por ciento respecto del registro de un año antes. Esto implicó su decimoprimera caída después de haber registrado 34 meses de alzas consecutivas.

Lo anterior se desprende del análisis temático del Centro de Estudios de las Finanzas Públicas de la Cámara de Diputados –del que se toman los siguientes elementos–, en el que se subraya que entre los trabajadores afiliados al IMSS las actividades agropecuarias pagaron el menor salario real (148.87 pesos diarios). El de la construcción fue de 167.82 pesos.

La dinámica salarial real en las actividades productivas del país fue negativa. En siete de las nueve actividades el salario real no cayó tanto como lo hizo el promedio nacional, y en dos de ellas su disminución fue más profunda que la registrada por el promedio nacional. Los dos sectores productivos donde el salario real se redujo menos fueron en el de la industria de la transformación y en la extractiva; en la primera el salario se deterioró al pasar de un crecimiento de 2.09 por ciento en noviembre de 2016 a un decremento de 0.22 por ciento en el decimoprimer mes de 2017, mientras en la segunda el salario fue de un descenso de 1.35 por ciento a otro de 0.59 por ciento, entre una fecha y otra.

En tanto que los dos sectores donde se presentó un mayor deterioro fue en el de los servicios sociales, el cual pasó de un incremento de 0.92 por ciento en noviembre de 2016 a una reducción de 3.63 por ciento en el mismo mes de 2017; mientras el salario en el de transporte y comunicaciones ahondó su deterioro al ir de una reducción de 0.37 por ciento a otra de 2.54 por ciento, entre las fechas indicadas.

En cinco de las 32 entidades federativas, el salario real fue mayor al nacional; el más elevado se pagó en la Ciudad de México, al alcanzar un monto de 322.51 pesos diarios. El más bajo se otorgó en Sinaloa, que fue de 186.60 pesos.

En tres de los 32 estados de la República, el comportamiento del salario real fue positivo; donde se registró el mayor aumento del salario real fue en San Luis Potosí, con un alza de 1.20 por ciento, cifra por debajo de la que tuvo en noviembre de 2016 (1.91 por ciento). Dicha entidad fue seguida por Zacatecas, donde se tuvo una elevación de uno por ciento, contra 2.41 por ciento en noviembre de 2016.

Sobresalió que el salario real bajó en 29 de los 32 estados de la República, y en 17 de ellos el deterioro fue mayor al observado por el promedio nacional. En Campeche cayó 4.84 por ciento, lo que implicó un menor deterioro dado que en noviembre de 2016 registró una reducción de 6.68 por ciento; en Chiapas, el salario declinó 4.12 por ciento cuando un año antes había bajado 0.97 por ciento; y en Guerrero, el salario sufrió un mayor menoscabo al tener un retroceso de 4.12 por ciento (menos uno por ciento en el decimoprimer mes de 2016).

Por tamaño de establecimiento, aquellos con más de mil empleados es donde se otorgó el mayor ingreso diario (338.15 pesos reales en noviembre de 2017, contra 345.28 pesos diarios un año atrás). Donde se concede la menor remuneración es en los establecimientos que cuentan con un empleado; en éstos se ganó 116.42 pesos diarios en noviembre de 2017 (117.20 pesos diarios un año atrás). En todos los rangos de establecimientos por número de trabajadores que se consideraron en el análisis, el salario real cayó y en cuatro de ellos la reducción fue mayor a la que experimentó el promedio nacional.

De acuerdo con los registros del IMSS, el año que recién concluyó la generación de empleo formal se mantuvo al alza y mostró una mayor dinámica; el total de asegurados pasó de un aumento anual de 4.07 por ciento en diciembre de 2016 a 4.24 por ciento en el mismo mes de 2017; así, mantiene su tendencia alcista desde mediados de 2009 y acumuló 95 meses de incrementos consecutivos. La cantidad de asegurados en el IMSS sigue llegando a niveles históricos.

No obstante, la afiliación por tipo de condición laboral empeoró; de los em-pleos formales creados en el último mes de 2017, 82.66 por ciento fueron permanentes y 17.34 por ciento eventuales urbanos; un año atrás la proporción había sido de 90.37 y 9.63 por ciento, respectivamente. Lo anterior implicó que, aunque se dio una mayor generación de empleos, ésta tuvo una menor calidad dado que se elevó la participación de la eventual.

Las rebanadas del pastel

¿Molestos por el gasolinazo? ¿Irritados por el aumento de 40 por ciento en el precio del gas LP? ¿Hartos de la cuesta de enero? ¿La quincena se agota 24 o 48 horas después de cobrada? ¿No les alcanza para nada? Comprensible, pero preparaos que los genios gubernamentales ya programaron otro tarifazo eléctrico que aplicarían en abril (el senador Mario Delgado dixit). ¿Recuerdan quién les prometió todo lo contrario?

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